Berlín. EFE La Berlinale cerró ayer su 64 edición con el denominado Día del Espectador, una jornada adicional en que se exhibe la señal de identidad diferenciadora de ese festival: su carácter popular.
Un total de 409 filmes, en sus distintas secciones –de la competencia a las dedicadas a jóvenes talentos, retrospectivas o cine culinario– y un récord histórico de 330.000 entradas vendidas en los 10 días que duró la actividad, reflejan la vocación ciudadana de la Berlinale.
El éxito de la venta de entradas se debe a la pasión por el cine de los berlineses y los visitantes, pero también a que es relativamente fácil adquirir localidades y a que los precios no son excesivos.
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Ganador. El thriller chino Bai Ri Yan Huo , del director Diao Yinan (derecha), ganó el Oso de Oro. Esta producción también obtuvo la plata al mejor actor, Liao Fan. AFP (DAVID GANNON)
El jurado, presidido por el productor y guionista estadounidense James Schamus, sorprendió el sábado a la crítica y medios con un palmarés absolutamente inesperado y repartió sus premios principales entre tres de las cuatro películas asiáticas en el concurso.
El thriller chino Bai Ri Yan Huo ( Black Coal, Thin Ice ), de Diao Yinan, acaparó el Oso de Oro y la plata al mejor actor, Liao Fan. La plata a la mejor actriz fue para la japonesa Haru Kuroki, por Chiisai Ouchi ; y la correspondiente a la mejor contribución artística, para Tui Na ( Blind Massage ), de Ye Lou.
La entrega de los premios quedó marcada por la generosidad de Schamus hacia el cine asiático, para decepción de quienes querían el Oso para Boyhood , del estadounidense Richard Linklater, quien obtuvo la plata al mejor director.
La única de las cuatro películas asiáticas que no obtuvo premio, fue Wu Ren Qu ( No Man’s Land ), un western del chino Ning Hao. Precisamente, esta producción se proyectó en el Friedrichstadt Palast –un teatro de musicales– , con lleno absoluto y ovaciones.