La adquisición de la división de espectáculos de Twenty-First Century Fox, por Disney, dio un paso más hacia su concreción al recibir la aprobación de los accionistas.
El negocio sería por $71.300 millones.
La monumental fusión reúne a las franquicias X-Men y Avengers de Marvel y crea un coloso del espectáculo en la era del streaming digital.
Es decir, Disney tendría el control sobre todas las películas presentes, pasadas y futuras de Fox, así como las producciones de los canales Fox, FX y NatGeo, y la mayoría accionaria sobre el servicio de streaming Hulu.
El voto de los accionistas corona una ardua batalla que comenzó en diciembre de 2017, cuando Disney presentó su primera oferta por una parte del conglomerado de Rupert Murdoch. Allí comenzó una guerra de ofertas con Comcast, que abandonó la semana pasada para concentrarse en la adquisición del operador europeo Sky.
El trato con Fox ayudará a Disney a competir con el sector tecnológico , en el que destacan actores como Amazon y Netflix.
Sin embargo, el acuerdo final tomará aún varios meses y está sujeto a la aprobación de las autoridades regulatorias.