Alberto Plaza: ‘Hay mensajes que van en la dirección contraria al respeto hacia la mujer y particularmente van de la mano de cierto reguetón’

El compositor chileno se presentará una vez más en nuestro país: la cita es este miércoles 21 de agosto en el Melico Salazar. Todavía quedan entradas a la venta.

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El chileno Alberto Plaza y su música ya tienen una relación de 17 años con Costa Rica; es un amor que se vive intensamente entre el artista y su público cada vez que viene y esta semana esa relación se vivirá una vez más gracias al concierto que el autor de Aventurera presentará este miércoles en el teatro Melico Salazar.

Con una nueva canción en su guitarra y un libro que la acompaña, el cantautor de 57 años promete que habrá sorpresas en el recital. Todavía quedan entradas a la venta en el sitio www.eticket.cr, los precios son: ₡60.000 (luneta central), ₡50.000 (luneta lateral, palcos luneta, segundo piso), ₡40.000 (tercer piso) y ₡30.000 (cuarto piso). Estos montos no incluyen los impuestos.

Plaza habló con Viva sobre esta nueva presentación en el país, su relación con el público tico y la canción Claro que no da lo mismo. A continuación un extracto de la entrevista:

-Una vez más viene a celebrar el amor a Costa Rica. ¿Cómo se encuentra de cara a este concierto?

-Cada vez que voy a Costa Rica es una fiesta para el alma, es reencontrarme con un público maravilloso, con amigos queridos, con una tierra que desde el primer momento me abrió los brazos. Siempre que me encuentro con el público costarricense es como beber de la fuente de la buena energía, de la alegría, así que estoy muy feliz.

-Esta relación con Costa Rica ya es de muchos años...

-Sí, me recordaba un amigo que empecé a ir por ahí del año 2002; imagínate, son 17 años ya. Este camino de la música, esta vida dedicada a cantar, ese viaje por caminos y lugares trae la maravilla de ir atesorando amistades y en Costa Rica tengo grandes amigos. Me entusiasma mucho ir allá porque el público pide canciones, las canta conmigo, es una relación fortalecida.

-Eso también lo da el teatro, el Melico Salazar es como una casa para usted...

-¡Ah, claro! El Melico es precioso, es un teatro que aunque sea grande da mucha intimidad porque por la forma y la construcción permite interactuar muy bien con el público, además uno puede conversar con la gente. En esta ocasión voy a tener algunas sorpresas que quiero que las conozcan en su momento porque me gusta que la magia se conozca hasta el final, va a ser un concierto diferente porque habrá una sección especial en el espectáculo.

-Su última canción Claro que no da lo mismo la escribió a su hija y viene acompañada de un libro. ¿Cuál es el mensaje que quiere dar con este tema tan directo que habla sobre la situación de la mujer en la sociedad?

-La canción la compuse cuando nació mi hija pensando en que quiero para ella un futuro sano, un futuro de cordura, quiero un mundo que no esté confundido como el que tenemos nosotros, porque vemos que estamos trabajando en dirección de lograr una sociedad cariñosa particularmente con la mujer para que tenga estabilidad emocional; estamos todos luchando para que la mujer tenga igualdad de oportunidades, que no haya abuso sexual, maltrato y que la mujer tenga el espacio justo en la sociedad.

-En la canción hace clara referencia al reguetón...

-Hay mensajes que van en la dirección contraria al respeto y particularmente van de la mano de cierto reguetón que cosifica a la mujer, la sitúa a un nivel muy bajo. Hay canciones que degradan, que consideran a la mujer un objeto sexual; el reguetón rema en dirección opuesta a lo que estamos trabajando y hace que la mujer se convierta en un objeto. Yo con este mensaje quiero que mi hija permanezca lo más alejada posible de la invasión de esos mensajes degradantes.

-Esa canción también la acompaña con un libro del mismo título. ¿De qué se trata?

-En el libro hablo temas que están basados primeramente en mi país Chile, pero que tienen implicación en toda América Latina porque compartimos realidades muy similares. Hablo sobre temas que tienen que ver con la educación, el feminismo extremo o sexualidad; entonces el libro es editorial donde yo explico mi opinión sobre diferentes temas.

-¿Si siempre ha tenido la música para expresarse por qué tomó la decisión de escribir el libro?

-El libro tiene la ventaja de que le permite al autor explayarse en los temas. Si bien la canción tiene el poder de entrar muy rápidamente al alma humana el mensaje tiene que ser muy breve, muy conciso; en eso los cantautores desarrollamos la destreza de poder decir mucho en pocas palabras porque hay que elegirlas bien para que el mensaje llegue como una lanza. En el libro uno puede tomar conceptos y desarrollarlos; además, en esta oportunidad me di el chance de tocar otros temas como los impuestos y hasta cuento historias mías donde hago reflexiones de lo que he aprendido en la vida.

-En esta canción hay sonidos electrónicos y también urbanos, ¿cómo se sintió con estos guiños a otros géneros?

-Precisamente, la intención es hablarles a los jóvenes en el código que ellos entienden, el código en donde están circulando que es el urbano. Uno como artista tiene que ir con los tiempos, así que trato de hablarles en su mismo lenguaje para que el mensaje llegue más directo. Si yo les hablara en una música que no está en su universo, ese mensaje caería en terreno infértil por eso es que les hablo desde este puesto. Ha resultado muy bien porque el mensaje ha sido recogido por muchos, incluso por los padres que se sienten identificados ya que ven las amenazas que rodean a sus hijos como los antivalores que van en contra de la familia.

-¿Después de los conciertos vienen más producciones nuevas?

-En este momento no estoy componiendo, estoy trabajando otras áreas de mi vida como mi crecimiento personal. Tengo una larga gira por Estados Unidos, Chile y Ecuador que me va a tener un tiempo rodando por ahí, pero ya después de eso vienen las canciones que son el centro de mi vida.