Eran las 8:23 p. m. de este martes cuando las luces se apagaron en el Jazz Café Escazú y de entre las sombras del escenario apareció con una gran sonrisa el cantante argentino, Abel Pintos.
La espera había acabado para los fanáticos ticos y argentinos, principalmente mujeres, quienes aguardaban atentos a que su cantante favorito saliera al escenario, tras una breve presentación de los músicos costarricenses Manuel Obregón y José Cañas.
Los gritos eufóricos y los aplausos se apoderaron del sitio, y no era para menos, pues pese a su amplia trayectoria que suma más de 20 años, este fue el primer concierto que el cantante argentino ofreció en suelo nacional.
Con el sombrero que siempre lo caracteriza, jacket negra y zapatillas casuales del mismo color, el artista no paraba de agradecer al público, quienes fotografiaban y grababan aquel momento, su primer encuentro frente a frente.
Emocionadas hasta las lágrimas y con carteles en mano, las fanáticas empezaron a corear Cómo te extraño, tema con el que comenzó su repertorio, que estuvo cargado de todos sus éxitos.
“Dios quiera que este sea el primer concierto de muchos”, dijo el cantante y el Jazz Café estalló con la euforia de los fanáticos que, a pesar de la emoción, se mantuvieron en su sitio hasta el final de la presentación.
Pintos, quien se ha convertido en uno de los máximos exponentes de la música en Argentina y ha logrado convocar a 45.000 personas durante dos noches seguidas en el estadio de River, en Belgrano, continuó el repertorio con Pájaro cantor, Oncemil y El adivino.
A lo largo de la presentación, el cantante mostró su orgullo por Argentina, sus costumbres y sus dichos, a la vez que elogiaba a Costa Rica y su gente; mientras, en el Jazz Café, se ondeaban ambas banderas, de manos de las orgullosas fanáticas.
Pronto vinieron temas como, Mariposa, Tanto amor y El beso que desataron la locura en el lugar y el argentino no podía más de la emoción que por momentos lo dejaba sin aliento, conmovido por el recibimiento del público que coreó los 25 temas que el artista cantó.
“¡Pura vida! muchas gracias amigos, estoy superemocionado (…). Me cuesta poner en palabras lo que pasa ahora”, dijo el cantante, quien hizo un recorrido por sus 12 discos.
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La noche continuó con canciones como Motivos, Cuantas veces y Crónica y fue en plena presentación cuando sus fanáticas más pequeñas, dos niñas, se colaron entre el público hasta llegar al escenario para entregarle al artista unas cartas que escribieron para él.
Si algo tuvo la primera presentación de Abel Pintos en el país como parte de su gira La familia festeja fuerte, fue una gran energía, ya que el artista se caracterizó por bailar a lo largo de la velada y con sus gestos contagió al Jazz Café.
Al cabo de poco más de dos horas, a eso de las 10:45 p. m., el cantante se despidió con los temas La llave y Revolución; eso sí, con la promesa de regresar y continuar conquistando los corazones costarricenses.