Un año después de abrirse oficialmente a los usuarios costarricenses, Netflix enfrenta el reto de ampliar y mejorar su contenido sin dejar de ser rentable.
El 12 de setiembre de 2011, esta empresa de video en demanda comenzó a tentar a los ticos para que, por $8 al mes (cerca de ¢4.000), accedan a su colección de películas y series.
No ofrece los estrenos del momento, pero sí la posibilidad de observar el contenido las veces que usted quiera en gran variedad de dispositivos, desde computadoras y celulares, hasta tabletas, consolas de videojuegos y televisores con conexión a la web.
Aunque Joris Evers, director de Comunicación de Netflix, no quiso decir cuántos ticos pagan por su servicio, comentó que en toda Latinoamérica tienen un millón de usuarios que han visto más de 100 millones de horas de películas y series en este lapso.
Detrás de Netflix llegaron otras ofertas, como la tienda iTunes, de Apple, que ofrece estrenos, pero a un precio considerable, que ronda los $13 por película en definición estándar. En el otro extremo, el servicio Crackle , de Sony, da el contenido gratis, pero fue estrenado hace bastantes años.
Retos. Para Gilles Maury, gerente en Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de Deloitte Costa Rica, uno de los grandes retos para Netflix en la actualidad es educar a los consumidores para que aprecien mejor este tipo de servicios.
“Además, van a tener que invertir y desarrollar contenido por el cual la gente esté dispuesta a pagar, hacer eso sin dejar de ser rentables. Igualmente, en el futuro deberán tomar acciones con las compañías locales para atacar la piratería”, dijo Maury.
Según una encuesta de Unimer realizada este año, el 8% de los ticos ha comprado una película sabiendo que es pirata. Además, desde Costa Rica se puede acceder a gran cantidad de sitios con este tipo de contenido, pues no están bloqueados. Los proveedores de servicio tampoco cortan la conexión a quienes la piratean.
“El servicio de Netflix es de calidad en sentido de disponibilidad e imagen. La única y más importante queja es que no agregan ninguna de las sagas más conocidas: por ejemplo, Star Wars, The Lord Of The Rings, o Harry Potter, entre otras. Las películas que han ganado más premios Óscar son las que deberían ser agregadas primero”, comentó Fran Carballo ayer en el Facebook de La Nación, por solicitud de este diario.
“Usé solo el periodo de prueba (un mes) y decidí no seguir pagando porque las películas eran viejísimas”, añadió Grettel Blanco.