¿Tiene un iPhone 6? Tome nota: dueños de estos dispositivos han denunciado que sus teléfonos quedan inservibles, tras repararlos en tiendas ajenas a Apple y hacer la actualización al más reciente sistema operativo de la compañía, el iOS9.
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El fallo, que ha desatado críticas entre los consumidores, se denomina error 53. Este se presenta en móviles que cuentan con la característica Touch ID, un sistema para el reconocimiento de huellas dactilares del usuario y que también viene instalado en los iPhone 6S y 6S Plus.
Hasta la fecha, solo propietarios de iPhone 6 y iPhone 6 Plus han reportado problemas.
Según informó el periódico británico The Guardian, la situación la detectó Antonio Olmos, uno de sus fotógrafos.
Este se encontraba en una cobertura en Macedonia y su teléfono se golpeó, por lo que debió llevarlo a arreglar en una tienda local y “no autorizada” por Apple.
Tras la reparación continuó utilizando el aparato, hasta que recibió la notificación de que debía actualizarlo a la versión más reciente del sistema operativo. Una vez que lo hizo, apareció el error 53.
Al parecer, no importa cuánto tiempo atrás la persona haya efectuado la reparación de su iPhone 6 en una tienda no autorizada, pues, en cuanto se instala el nuevo sistema operativo, el teléfono se bloquea.
El asunto ya se había comentado en las comunidades de soporte de Apple; así consta en una consulta realizada por un usuario, el pasado 31 de diciembre en el sitio de la compañía.
Protección. La gigante de la manzana afirmó a The Guardian que el error 53 es una medida para proteger a los usuarios de personas malintencionadas, que quisieran acceder a información sensible como correos o datos de sus cuentas bancarias.
"El error 53 es el resultado de los controles de seguridad diseñados para proteger a nuestros clientes. iOS verifica que el sensor Touch ID en su iPhone o iPad coincide correctamente con otros componentes del dispositivo", manifestó Apple .
Una vez que el error 53 se presenta, las personas no pueden recuperar su teléfono, ni su información, a menos que tengan un respaldo en la nube de Internet.
Apple ha invitado a los usuarios a ponerse en contacto con su soporte técnico, si se topan con el error 53.
Molestia. La molestia de los afectados no se ha hecho esperar, incluso en el Facebook de La Nación, algunos dijeron haber enfrentado este problema.
En el ámbito internacional, la firma de abogados PCVA, basada en Estados Unidos, ha ofrecido crear una demanda colectiva contra Apple.
"Esperamos averiguar por qué Apple implementa una política en la que los usuarios no tienen la libertad de elegir a alguien que no sea la misma compañía, para reparar sus teléfonos".
"Creemos que Apple puede estar intencionalmente forzando a los usuarios a utilizar sus servicios de reparación, que cuestan mucho más que la mayoría de los talleres no oficiales", aseguró la firma, que solicitó a las personas guardar sus teléfonos para una interponer la demanda.
¿Diseñados para no durar? Muchos piensan que el caso de Apple podría ser uno más de obsolescencia programada. Esta consiste en reducir el ciclo de vida de un producto para que el cliente tenga que adquirir otro similar, ya sea porque se programa para que empiece a funcionar mal en determinado momento, el nuevo objeto tiene una funcionalidad superior o es más atractivo por cuestiones de moda.
Un estudio realizado por la Universidad de Berlín y el Öko-Institut reveló que en Alemania, entre el 2004 y el 2012, se duplicó la cantidad de electrodomésticos que debieron ser reemplazados en los cinco primeros años de vida por la obsolescencia programada. Se pasó de 3,5% de los electrodomésticos en el 2004 a 8,3% en el 2012.
La vida útil de las computadoras portátiles, según este estudio, está entre cinco y seis años. Sin embargo, el 70% de los alemanes cambiaron sus 'laptos' en el 2004 por un aparato más moderno.
En cuanto a los televisores de pantalla plana, el 60% de estos fueron remplazados en el 2012 por uno más nuevo, aunque aún servían. Solo el 25% se compraron para sustituir a uno defectuoso.
Si antes del 2005 la vida útil de un televisor era 12 años, en el 2012 se calculó en 5,6 años.
Para contrarrestar la obsolescencia programada, la Fundación Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada (Feniss) de España creó un sello que certifica la elaboración de productos de máxima durabilidad, ya sea que puedan ser reparados a un costo menor que adquirirlos como nuevos o su garantía sea superior a lo exigido por la ley.
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Se trata del sello Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada (ISSOP) y a la fecha, 30 compañías se han inscrito en el proceso para obtenerlo. De hecho, la empresa Casio ya fue reconocida con el ISSOP por abaratar los costos de reparación de sus relojes.
El sello es el primer paso, Feniss pretende establecer centros de reparaciones de productos. El primero ya funciona en Barcelona.
También, la fundación trabaja en el diseño de una aplicación para dispositivos móviles que permita escanear el código de barras de un producto y así conocer la huella de carbono, el lugar de fabricación y su vida útil, entre otros.
Dueños de teléfonos iPhone 6 han denunciado públicamente que sus celulares han dejado de funcionar, tras haberlos reparado en una tienda ajena a Apple y realizarle la actualización al más reciente sistema operativo de la compañía, el iOS 9.
¿Tiene un iPhone 6? Tome nota: dueños de estos dispositivos han denunciado que sus teléfonos quedan inservibles, tras repararlos en tiendas ajenas a Apple y hacer la actualización al más reciente sistema operativo de la compañía, el iOS9.
El fallo, que ha desatado críticas entre los consumidores, se denomina error 53. Este se presenta en móviles que cuentan con la característica Touch ID, un sistema para el reconocimiento de huellas dactilares del usuario y que también viene instalado en los iPhone 6S y 6S Plus.
Hasta la fecha, solo propietarios de iPhone 6 y iPhone 6 Plus han reportado problemas.
Según informó el periódico británico The Guardian, la situación la detectó Antonio Olmos, uno de sus fotógrafos. Este se encontraba en una cobertura en Macedonia y su teléfono se golpeó, por lo que debió llevarlo a arreglar en una tienda local y “no autorizada” por Apple.
Tras la reparación continuó utilizando el aparato, hasta que recibió la notificación de que debía actualizarlo a la versión más reciente del sistema operativo. Una vez que lo hizo, apareció el error 53.
Al parecer, no importa cuánto tiempo atrás la persona haya efectuado la reparación de su iPhone 6 en una tienda no autorizada, pues, en cuanto se instala el nuevo sistema operativo, el teléfono se bloquea
El asunto ya se había comentado en las comunidades de soporte de Apple; así consta en una consulta realizada por un usuario, el pasado 31 de diciembre en el sitio de la compañía.
Protección. La gigante de la manzana afirmó a The Guardian que el error 53 es una medida para proteger a los usuarios de personas malintencionadas, que quisieran acceder a información sensible como correos o datos de sus cuentas bancarias.
“El error 53 es el resultado de los controles de seguridad diseñados para proteger a nuestros clientes. iOS verifica que el sensor Touch ID en su iPhone o iPad coincide correctamente con otros componentes del dispositivo”, manifestó Apple .
Una vez que el error 53 se presenta, las personas no pueden recuperar su teléfono, ni su información, a menos que tengan un respaldo en la nube de Internet.
Apple ha invitado a los usuarios a ponerse en contacto con su soporte técnico, si se topan con el error 53.
Molestia. La molestia de los afectados no se ha hecho esperar, incluso en el Facebook de La Nación, algunos dijeron haber enfrentado este problema.
En el ámbito internacional, la firma de abogados PCVA, basada en Estados Unidos, ha ofrecido crear una demanda colectiva contra Apple.
“Esperamos averiguar por qué Apple implementa una política en la que los usuarios no tienen la libertad de elegir a alguien que no sea la misma compañía, para reparar sus teléfonos.
“ Creemos que Apple puede estar intencionalmente forzando a los usuarios a utilizar sus servicios de reparación, que cuestan mucho más que la mayoría de los talleres no oficiales”, aseguró la firma, que solicitó a las personas guardar sus teléfonos para una interponer la demanda.
¿Diseñados para no durar? Muchos piensan que el caso de Apple podría ser uno más de obsolescencia programada. Esta consiste en reducir el ciclo de vida de un producto para que el cliente tenga que adquirir otro similar, ya sea porque se programa para que empiece a funcionar mal en determinado momento, el nuevo objeto tiene una funcionalidad superior o es más atractivo por cuestiones de moda.
Un estudio realizado por la Universidad de Berlín y el Öko-Institut reveló que en Alemania, entre el 2004 y el 2012, se duplicó la cantidad de electrodomésticos que debieron ser reemplazados en los cinco primeros años de vida por la obsolescencia programada. Se pasó de 3,5% de los electrodomésticos en el 2004 a 8,3% en el 2012.
La vida útil de las computadoras portátiles, según este estudio, está entre cinco y seis años. Sin embargo, el 70% de los alemanes cambiaron sus 'laptos' en el 2004 por un aparato más moderno.
En cuanto a los televisores de pantalla plana, el 60% de estos fueron remplazados en el 2012 por uno más nuevo, aunque aún servían. Solo el 25% se compraron para sustituir a uno defectuoso.
Si antes del 2005 la vida útil de un televisor era 12 años, en el 2012 se calculó en 5,6 años.
Para contrarrestar la obsolescencia programada, la Fundación Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada (Feniss) de España creó un sello que certifica la elaboración de productos de máxima durabilidad, ya sea que puedan ser reparados a un costo menor que adquirirlos como nuevos o su garantía sea superior a lo exigido por la ley.
Se trata del sello Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada (ISSOP) y a la fecha, 30 compañías se han inscrito en el proceso para obtenerlo. De hecho, la empresa Casio ya fue reconocida con el ISSOP por abaratar los costos de reparación de sus relojes.
El sello es el primer paso, Feniss pretende establecer centros de reparaciones de productos. El primero ya funciona en Barcelona.
También, la fundación trabaja en el diseño de una aplicación para dispositivos móviles que permita escanear el código de barras de un producto y así conocer la huella de carbono, el lugar de fabricación y su vida útil, entre otros.