Desde pañales sucios a patrones de sueño inciertos, ser padre primerizo es como conducir sin GPS una zona peligrosa en un país extranjero. Es una rutina de tensión y angustias a cada segundo.
Partiendo de esto, una empresa creó Sproutling ; un monitor para bebés que se coloca en el tobillo del recién nacido. Desde allí, el dispositivo auxilia a mamás y papás con ayuda de análisis de datos en tiempo real y un teléfono inteligente.
Extensiones limitadas de los ojos y oídos de los padres, cualquier intercomunicador actual provee dos únicos datos: si el niño despertó y si llora; ambos escenarios exigen inspecciones adicionales.
Sproutling, en cambio, avisa antes de que ocurra algo. Para ello registra y analiza 16 mediciones por segundo vinculadas al cuerpo del bebé y la habitación donde esté.
La empresa ya recibe órdenes de compra y su primer embarque, auguran, sería a inicios del 2015. El precio de venta sugerido es $299 pero, para avivar las ventas, por ahora lo lanzan a $249 hasta agotar las existencias del primer despacho.
Ningún bebé es igual a otro y en esto reside la novedad del aparato: individualiza, reconoce y predice la conducta de quien lo utiliza. Esto, gracias a las tres partes que lo integran.
Una es un sensor portátil que toca la piel del bebé y se incrusta en una banda de tela suave, transpirable e hipoalergénica. El sensor captura el ritmo cardíaco, temperatura de la piel y posición del bebé, incluso al dormir.
Esto detalla cuándo es más probable que despierte, especifica si está sobre su espalda o vientre, o si se encuentra tranquilo o molesto.
El segundo componente es una base donde se recarga la batería del sensor de forma inalámbrica y que además registra condiciones del cuarto, como temperatura, humedad y cantidad de luz y ruido.
Esto permite a los progenitores atajar cualquier factor que altere la comodidad del infante, antes de que sea muy tarde y con decisiones mejor documentadas.
Por último, explican los creadores, una aplicación para smartphones remite avisos en tiempo real de todo y alerta cuando sí se requiere intervención, según sea el análisis de las mediciones absorbidas por el sensor y la base donde se recarga.
Otro detalle cuando hay más de una cuna: si hay gemelos, trillizos o más, los reportes en pantalla dirán quién pide ayuda; distinto a un intercomunicador moderno donde cuesta distinguir quién llora.
Una herramienta se actualiza. El pequeño grillete inteligente se le ocurrió a un equipo de padres primerizos, a su vez ingenieros de sistemas y exempleados de Apple y Google con ayuda de pediatras y científicos a nivel de doctorado, detalla la firma en un comunicado.
“Los padres han confiado en monitores para bebés por más de 75 años y, en ese tiempo, básicamente no han cambiado en absoluto. Como padres nosotros queríamos algo que nos pudiera decir cómo estaban nuestros bebés cuando estuvieran quietos y sin nosotros presentes por estar en la ducha o durmiendo”, explica Chris Bruce, cofundador de Sproutling.
Bruce agrega que crearon Sproutling para volverlo un aliado más inteligente y ayudar a madres y padres a volverse más eficientes.
“Nuestra esperanza es inculcar confianza en los padres para que puedan formar familias felices”, añade el vocero de la compañía con sede en San Francisco (EE. UU).