Medio siglo ha pasado desde que la primera feria tecnológica CES abrió sus puertas a curiosos, expertos, miembros de la industria y periodistas.
Durante su edición 2017, la megacita tecnológica demostró que la clave en el mundo actual es la conectividad de los dispositivos y aparatos, que van desde los más cotidianos como anillos, relojes, hasta otros más grandes y sofisticados como automóviles, drones, entre otros.
Este año se acercaron 3.800 empresas como expositoras y también hubo espacio para los nuevos talentos, prueba de ello es que 600 empresas emergentes o startups exhibieron ahí sus creaciones.
“Este año, todo fue acerca de la conectividad, tanto en la forma de las tecnologías reveladas, como en las valiosas conexiones cara a cara que suceden a lo largo del espectáculo”, aseguró Karen Chupka, vicepresidente senior de la feria CES.
Moldeando el futuro. El evento permite a quienes se encuentran en la industria tecnológica reflexionar y seguir pensando en cómo dar el siguiente paso para sorprender a los consumidores de todo el mundo.
“CES 2017 fue un escaparate global que demostró que estamos en una nueva era de innovación donde la tecnología se valora no solo por los dispositivos que produce, sino por las experiencias que hace posible”, opinó Bridget Karlin, director general de Intel.
La actividad también se aprovecha para acercar a tomadores de decisiones y delegaciones oficiales de diversos países del mundo a entender el impacto de las tecnologías en la vida actual.
“El CES es ahora una parte integral del sistema global de innovación, CES y sus asistentes están trabajando para construir un futuro mejor para todos nosotros”, aseguró John Penney, director de estrategia Starz.