"Es algo que uno no se explica. ¿ Cómo va a aparecer ese pequeño hasta allá abajo? Es que es un camino casi intransitable. ¿Cómo hizo eso un chiquito de tres años? No es factible. Realmente uno se queda con una incógnita, de cómo ..."
Sonia Román Calderón, una vecina de Thiago Alonso Fonseca Rivera, un niño autista de 3 años que estuvo desaparecido 17 horas, hizo pública su duda, que también es compartida por decenas de pobladores en Santiago de Paraíso, Cartago, donde ocurrió el suceso.
Thiago escapó de su casa en Calle Mata de Guineo, el sábado cerca de las 3.30 p. m. Minutos después, sus padres, abuelos y vecinos iniciaron la búsqueda. Unos atrás de la casa, que es un terreno empinado. Otros salieron a la calle de lastre, frente a la vivienda.
Poco a poco el área de rastreo se extendió, pero la noche los sorprendió con resultados negativos. Ya a las 6 p. m. se sumaron a la labor oficiales de la Fuerza Pública, de la Cruz Roja y Bomberos.
Fue hasta el domingo a las 8:25 a. m. que José Antonio Olivares Pacheco encontró al niño metido en la zanja de una acequia, con sus manos puestas sobre una piedra. Estaba vivo. Solo tenía raspones en la cara, rodillas y otras partes del cuerpo.
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Calle sinuosa
Al reconstruir el posible recorrido que hizo el niño, se constata que salió de la propiedad, donde viven sus padres y abuelos, por un viejo portón de hierro que no cierra bien. Ahí siguió hacia abajo por una calle de lastre. La vecina más cercana, bajando, es Sonia Román y está a unos 150 metros de distancia.
Precisamente, en este lugar la calle se divide: una llega al centro de Santiago y la otra lleva a fincas sembradas de chayote y a las ruinas de un trapiche que era propiedad del fallecido político Juan Guillermo Brenes Castillo, conocido como Cachimbal.
Thiago debió seguir hacia ese antiguo trapiche. Allí la calle tiene pendientes pronunciadas, a los lados hay maleza y cercas con alambres de púas. También, en una parte del camino, pasa una acequia. Es una zanja de unos 30 centímetros de ancho y una profundidad de 20 centímetros.
Mas abajo, la acequia atraviesa el camino por una tubería y luego el cauce corre libre por un sembradío de chayotes. Esa corriente arrastraría con facilidad a un niño de tres años, y para seguir hasta donde apareció el menor, él debió haberla cruzado.
Bajando hacia el antiguo trapiche, a los lados la maleza alcanza más de metro y medio. En algunas partes hay paredones de tres metros de alto con algunas cuevas. No hay casas, solo galeras en algunas fincas y más para abajo del mencionado trapiche hay tres viviendas.
Thiago no llegó hasta esas casas, sino que en algún punto desconocido ingresó a la chayotera, donde abundan las piedras y el terreno tiene pendientes aún más pronunciadas. La noche posiblemente soprendió al menor en esa plantación.
Frío y dudas
Santiago de Paraíso, que se ubica a 17 kilómetros del centro de Paraíso, siguiendo por la carretera hacia Turrialba, es un lugar en zona montañosa, lluviosa y donde la temperatura en la madrugada del domingo fue muy baja, dijeron vecinos. En la estación del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), en la sede del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) se registra que el domingo la temperatura a las 4 a. m. fue de 15 grados Celsius.
El niño fue localizado en la zanja de la acequia. Tiene una profundidad de más de un metro. El único acceso es por el camino de la chayotera. ¿Cómo bajó un niño de tres años a ese lugar? Nadie se lo explica.
Ricardo Granados Montenegro, padre biológico del menor (el niño no lleva sus apellidos) dijo: "Cuando el chiquito salió, me imagino que algún hombre, alguien, tuvo que haberlo agarrado y llevárselo.
"El pastor alemán que pusieron los policías, dicen que los llevó hasta el trapiche de Cachimbal y de ahí perdió el olfato".
Por esa inquietud, este hombre pidió este lunes al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tratar de determinar si se trató de un rapto.
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"Dicen por ahí que fue por negligencia (el hecho de que el niño saliera de la casa), pero yo estoy tranquilo. Todos los papás tienen una equivocación en una mínima cosa al día. Yo venía llegando del trabajo. Mi esposa estaba haciendo un chocolatito. Venía a estar con ellos (tienen otra niña de 6 años). Mi chiquita quería ir al baño y ella se fue, en un momento dejé dos silloncitos pegados (contra la puerta abierta) y di la espalda para poner un disco y ya (Thiago) no estaba", relató Granados.
Por el caso de la desaparición del niño, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) abrió una investigación. Este lunes Granados acudió a dar su versión.
En Santiago de Paraíso, cuya población según el INEC es de 6.272 personas, lo sucedido es un comentario obligado y al igual que Sonia Róman, los lugareños tienen muchas dudas.
Una de las pobladoras, Rosibel Fonseca Fernández, dijo: "Diay, yo no sé ni qué creer. Por las creencias del tiempo de antes dicen que fueron los duendes los que se lo llevaron. No hay que creer, ni dejar de creer, pero pienso que alguien pudo llevárselo, pero como uno no sabe, mejor no hablar, porque puede ser peligroso".
Mientras se espera una respuesta sobre lo acontecido, el niño sigue internado en el Hospital Nacional de Niños (HNN) donde permanece en observación. La familia dijo que solo tiene los raspones y que luego lo van a trasladar al Hospital Max Peralta de Cartago.