El 16 de junio pasado, una bala perdida cayó en un pasillo de la la Escuela de Limoncito, en Limón, a raíz de una balacera en las cercanías.
Jeaneth Navarro, directora de ese centro educativo, detalló ese día, cuando cayó la bala, los escolares acababan de terminar un recreo.
Tiroteos similares han ocurrido en el barrio Santa Rita de Alajuela, en Desamparados y Alajuelita de San José.
De acuerdo con Juan José Andrade, director de la Fuerza Pública, las balaceras cerca de centros educativos son poco comunes; sin embargo, la Policía imparte charlas a directores y docentes de escuelas en zonas de riesgo. Primero, se les enseña que lejos de evacuar a las personas de las instalaciones, se debe llevar a los alumnos a un lugar seguro en el mismo edificio.
A los padres de familia se les advierte de que no deben llegar a recoger a los menores hasta que la situación haya pasado.
“Lo importante es guardar la calma y que no les gane la curiosidad, es decir, no asomarse a ver qué pasa”, dijo Andrade.
Víctor Barrantes, viceministro de Paz, manifestó que desarrollan planes de prevención con los mismos vecinos de barrios conflictivos, quienes identifican los sitios más peligrosos y luego varias instituciones se organizan para recuperarlos.