Un reo sentenciado por robo agravado cortó la tobillera electrónica con la que cumplía su sentencia, apenas 9 días después de colocada.
El dispositivo apareció tirado en un área pública en San Sebastián, San José, según trascendió en un comunicado del Ministerio de Justicia.
Este jueves el director de Adaptación Social, José Luis Bermúdez, confirmó que el hombre, de apellido Quirós, vulneró el dispositivo de vigilancia el pasado 29 de setiembre, aparato que le habían colocado el 20 del mismo mes.
Él fue condenado a cinco años de cárcel por robo agravado, pero había obtenido el beneficio de cumplir su sentencia con monitoreo electrónico.
El día que las autoridades detectaron la desconexión del artefacto intentaron localizar al sentenciado por vía telefónica, método que resultó infructuoso.
Superado este protocolo, el día 30 el Ministerio de Justicia reportó el asunto al Juzgado de Ejecución de la Pena de San José y un día después, el 1.° de octubre, acudió a esta misma instancia a solicitar que se revoque el beneficio de la tobillera y se ordene la captura del hombre en fuga.
Sin embargo, Justicia confirmó que aún no hay respuesta del juez por este caso.
El dato más actualizado, a agosto pasado, indica que 1.545 personas utilizan este mecanismo de vigilancia.
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Primer caso descubierto
Ante consultas de La Nación, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), encargada de los dispositivos electrónicos, confirmó que esta es la primera vez que descubren una tobillera dañada y sin el reo.
Empero, Christopher Camacho, vocero de la Empresa, no descarta que pueden existir otros casos similares, pues la entidad insiste en que, al 1.° de julio pasado, había 517 tobilleras sin comunicación.
Esto puede ocurrir, porque el beneficiario daña el dispositivo o deja de cargar la batería.
Al respecto, el Ministerio de Justicia y Paz indicó la semana pasada que para entonces solo tenían 21 reos en fuga y con una orden de captura vigente, pues su paradero se desconoce.
Camacho evitó indicar cómo pudo el reo destruir el dispositivo, que requiere entre 120 y 150 kilos de presión para provocarle un daño.
Alegó que para determinar qué herramienta se utilizó sería necesario enviar la tobillera a Suiza, donde está la casa fabricante, para inspección. Empero, el dispositivo está en el Juzgado de Ejecución de la Pena como prueba contra Quirós.
Desde que las tobilleras se utilizan en el país, en febrero del 2017, la empresa ha enviado 1.048 dispositivos a Suiza para revisión o arreglos. Casi el 54% de ese total era irreparable.