La Policía de Migración detuvo ayer a tres choferes de la empresa Busetas Heredianas por tener una situación migratoria irregular.
Los agentes realizaron una inspección a raíz de una denuncia anónima acerca de que había trabajadores ilegales.
Las autoridades, junto con personeros del Ministerio de Trabajo y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), llegaron a cuatro puntos clave de la firma: las terminales en San José y Heredia, así como el plantel y las oficinas, ubicadas 400 metros al este del mall Paseo de las Flores.
En total, en las oficinas centrales se localizó a tres nicaragüenses, de apellidos López, Torres y Álvarez, quienes fueron aprehendidos. Estos fueron citados para entrevistas, a partir de las que se iniciará el proceso de deportación.
Además, la Fuerza Pública detuvo allí a dos guardas de seguridad costarricenses, de apellidos Castro y Moya, quienes portaban armas de fuego calibres 38 y 22, sin los permisos respectivos.
Adicionalmente, fueron localizados 14 extranjeros con cédula de residencia, a quienes les revisaron los documentos, al igual que a otros 15 ticos.
En la terminal de buses en San José fueron vistas las situaciones de tres costarricenses y cuatro nicaragüenses con cédula de residencia.
La Ley de Migración, en el artículo 177, sanciona a quienes contraten personas extranjeras no habilitadas con multa de entre dos y 12 salarios base; es decir, entre ¢798.800 y ¢4.792.800. Migración informó de que a la empresa Busetas Heredianas le abrirá un proceso sancionatorio.