Una droga conocida como K2 o Space mantiene preocupadas a las autoridades policiales del país ya que es 10 veces más potente que la marihuana.
A pesar de que no es novedosa en el extranjero, en Costa Rica se han dado los primeros decomisos de esta sustancia durante este año.
Este narcótico es una marihuana sintética, es decir, no es un producto natural, sino que es creado en laboratorios y se cree que es traída desde España, aunque no se descarta que esté siendo producida en el país, explicó Alexis Campos, jefe del Programa Regional Antidrogas (PRAD) del Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
La K2 forma parte de las drogas conocidas policialmente como Nuevas Sustancias Psicoactivas (NPS, por sus siglas en inglés). Se les denomina así porque no están bajo control y suponen una amenaza para la salud pública.
A diferencia de la marihuana natural, la K2 tiene un tetrahidrocannabinol (THC) –ingrediente psicoactivo del cannabis– que es creado en laboratorios a partir de sustancias químicas llamadas JHW. Ese THC fabricado se impregna en distintas hierbas secas que permiten que, cuando sea consumida, genere olores florales o frutales.
“El año pasado teníamos información de que esta droga estaba haciendo incursión, pero fue a principio de este año que logramos un hallazgo de dicha sustancia”, comentó Chacón.
El primer decomiso se llevó a cabo en el centro de San José, cuando un sujeto dejó un paquete botado en medio de una persecución; el segundo fue en abril, en Heredia, cuando oficiales del PRAD hicieron un decomiso a un hombre que iba por la calle.
La tercera y más reciente se dio en junio, en Purral de Guadalupe, cuando se le decomisó el producto a otro individuo que caminaba por la vía pública.
De acuerdo con Campos, los consumidores son jóvenes que quieren experimentar con sustancias más fuertes y se cree que el producto está siendo distribuido por tiendas en centros comerciales donde se venden parafernalias de marihuana.
También se maneja la posibilidad de que la K2 sea importada al país a través de paquetes de correo, manifestó el funcionario.
Consecuencias. Una característica de quienes usan esta droga es que tienden a desvestirse, ya que su consumo provoca un aumento en el calor corporal.
El pasado 30 de junio, un sujeto fue visto desnudo tratando de regular el tráfico vehicular en las inmediaciones de la fuente de La Hispanidad, en San Pedro de Montes de Oca.
Según el jefe del PRAD, ese joven fue detenido por la Policía y tenía todas las características de haber consumido K2, por lo que se solicitó que se le hicieran los exámenes médicos y están a la espera de los resultados.
Sin prohibición. Consultado sobre este tema, el director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), Guillermo Araya, indicó que desde el 2013 tenían conocimiento sobre esta droga en el país, pero que ahora su consumo se está incrementando.
Araya detalló que ese año (2013) se prohibió el K2 confeccionado con las sustancias JHW-018 y JHW-073, pero la que apareció este año preocupa más porque corresponde a una que es JHW-200 y esa no está prohibida.
“Según los estudios que hacen en la sección de Química Analítica del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la decomisada es Guadalupe es 200, entonces eso es otro tipo de sustancia, otro tipo de K2”, aseveró Araya.
El director del ICD dijo que la entidad está corriendo para elaborar un estudio técnico y así solicitar a la Junta de Vigilancia de Drogas, del Ministerio de Salud, el control y prohibición de todo el grupo químico JHW a través de un decreto.
“El problema es que hay que tomar algunas decisiones porque, dentro de los componentes (JHW), hay algunos que tienen fines alimenticios o industriales como algunos medicamentos, entonces, al prohibir todo el grupo químico estaríamos prohibiendo esos productos”, expresó Araya.
El ICD prevé que ese análisis técnico esté listo la próxima semana y que, en el plazo de un mes, la K2 esté prohibida en su totalidad en Costa Rica.
En Estados Unidos y España, la K2 es una droga muy utilizada por adolescentes y su consumo ha generado decenas de casos por sobredosis, según la Asociación Americana de Control de Envenenamiento por Sustancias.