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El Toyota negro usado por los captores era buscado desde el martes, cuando ingresó la alerta al sistema 9-1-1. Foto: Cortesía.
Una mujer y su hija de siete años fueron retenidas durante 11 horas y media en Naranjito de Quepos, provincia de Puntarenas. Por razones que se investigan, varios sujetos que viajaban en un carro negro las abordaron el martes a las 4 p. m. cuando salían de la escuela de esa localidad, donde labora la mujer como docente de preescolar.
Según lo que dijeron testigos a las autoridades, los sujetos que las abordaron vestían ropas similares a las de los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Sus captores las liberaron en buen estado de salud este miercoles a las 3:30 a. m. en una vía pública de Damas, a unos 16 kilómetros del sitio donde las abordaron el día anterior.
El motivo del secuestro se investiga por parte de la Polícia Judicial, lo mismo que el lugar donde las mantuvieron cautivas. Se desconoce si medió algún pago por parte del pescador a los sujetos. La identidad de las mujeres no fue suministrada por el OIJ; sin embargo, trascendió que la docente es de apellido Sirias, de 39 años.
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Las mujeres fueron abordadas en Naranjito y las liberaron en Damas. El OIJ investiga si medió el pago de dinero a los captores. Imagen: Google maps.
Al parecer el esposo de la educadora y padre de la niña también sería prestamista en la zona.
El guarda de la escuela dijo a Noticias Repretel que el día que las interceptaron escuchó los gritos de auxilio de ambas mujeres y salió a ver qué ocurría, pues pensó que habían atropellado a la niña, pero en eso vio un automóvil negro donde las introdujeron a la fuerza y luego el vehículo salió a toda velocidad.
La casa de las mujeres queda cerca de la escuela, por lo que ambas iban a pie cuando fueron retenidas.
Poco después, en redes sociales se publicó la foto del vehículo usado por los delincuentes, un Toyota negro, cuyo paradero aún es desconocido para las autoridades.
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Delito repetido
El 30 de noviembre del 2017 el carro de un hombre que fue sacado a la fuerza de un bar en Quepos, Puntarenas, apareció en el cauce del río Paquita, en ese mismo cantón.
La víctima esa vez fue identificada como Sixto Zapata Pizarro, un empresario pesquero de 60 años.
De acuerdo con la versión que dieron algunos testigos, dos hombres ingresaron al bar, obligaron a Zapata a salir y lo montaron en su pick up blanco que apareció en el río. El pescador fue torturado y asesinado el 2 de diciembre del 2017.
En relación con ese caso, al año siguiente la Policía Judicial capturó en varios allanamientos a los sospechosos del secuestro y homicidio de apellidos Vargas Ulate, Alcázar Alfaro y Zamora Quesada, a quienes se les investiga por otros 13 plagios, en los que, de acuerdo con las autoridades, cobraron altas sumas de dinero a familiares de las víctimas a cambio de liberarlas.
En el caso de Zapata, quien había sido investigado por tráfico de drogas, los sospechosos pidieron ¢160 millones por el rescate, pero la familia suplicó para que bajaran la suma y cancelaron ¢5 millones, aún así, fue asesinado.
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