Guácimo, Limón. “¡Vieras que curioso! Esa noche yo estaba esperando a mi hijo, quien tenía que venir. Me senté a rezar y me vino un mariqueo, yo lloraba y lloraba, me pregunté qué sería y le pedí a Diosito que no le pasara nada a ninguno de mis hijos, pero en ese momento Toño estaba muriendo.

“Es algo curioso, porque nadie me estaba diciendo que me hijo estaba en peligro, pero como a la media hora llegó mi hija a decirnos que Toño había fallecido. Ha sido muy duro, nos dejó completamente destrozados”.

Adelia Montero Montero describió de esa forma lo que vivió el sábado 21 de diciembre, cuando su hijo, José Antonio Rojas Montero, de 55 años, fue asesinado durante un asalto en un supermercado de su propiedad ubicado en Pocora de Guácimo, Limón.

Él era el encargado del establecimiento y había construido una cabina para descansar ahí mismo; sin embargo, una vez a la semana iba a casa de sus padres, con los que compartía todo un día.

Aquella tercera semana de diciembre fue atípica para Rojas, ya que el jueves, día que acostumbraba a estar en casa de sus padres, tuvo que ir al trabajo porque uno de sus hermanos se enfermó.

Ante eso, relató doña Adelia, no pudo siquiera llevarse la ropa limpia, por lo que ella lo esperaba ese sábado del homicidio con todas las prendas lavadas.

“Todas las semanas tiraba la ropilla sucia por la lavadora. Yo lo estaba esperando, pero me quedé con toda la ropita lista. No vino más acá”, narró Montero.

José Antonio Rojas Montero fue uno de los tres homicidios ocurridos el año pasado en Pocora de Guácimo. En el cantón hubo 11 y en toda la provincia 116. En números absolutos, la segunda provincia más violenta del país, después de San José.

La familia Rojas Montero reconoce que para todos ha sido difícil lo ocurrido con Toño, como le llamaban de cariño, pero para doña Adelia, de 80 años, el pesar es aún mayor.

Amando Rojas Araya, padre de José Antonio, asegura que para él una de las cosas más duras es ver a su esposa seguir adelante sin la compañía de su hijo, porque ambos eran muy amorosos entre sí.

Incluso, Montero afirma que ella admiraba a Toño por su responsabilidad y por su forma de ser con las personas, ya que siempre era servicial y a ella la chineaba mucho.

“Casi siempre me llevaba a pasear los jueves, me chineaba mucho. Llegaba cansado y se acostaba a dormir dos o tres horas, pero ya luego se levantaba, se bañaba y se comía un bocadito.

“Conmigo fue demasiado buen hijo, me traía yogur y otras cositas, de hecho una semana antes de lo que pasó me trajo una bolita de cacao puro y una matita”, recordó doña Adelia.

Agregó que su hijo no tomaba licor y que tampoco era de ir a bares o fiestas.

Tenía una guitarra y un equipo de pesca que no utilizaba y salió del país en tres ocasiones, una de ellas fue a un partido de fútbol de la Selección Nacional.

José Antonio estaba soltero, no tuvo niños y se dedicaba por completo al trabajo, ya que él y sus hermanos cuentan con dos supermercados y un restaurante.

Uno de los supermercados y el restaurante están en Guácimo, mientras que el comercio en el que se dio el crimen se ubica en Pocora. En este último Toño pasó la mayor parte del tiempo durante los últimos 20 años.

A la espera de justicia

La familia Montero Rojas apenas está digiriendo el crimen de José Antonio, pero lo que tienen claro es que esperan que se haga justicia y que los responsables sean sancionados.

“Uno espera que se haga justicia, porque no me gustaría que pase otra desgracia, que maten a otra persona inocente que está trabajando. Si él (Toño) hubiera andado buscando, pero no, eran muchos años de trabajar y estaba confiado.

“A uno no se le borra ese momento, lo enterramos el 24 de diciembre”, aseveró doña Adelia.

Tras lo ocurrido la seguridad en las noches se reforzó con un guarda y ninguno de los Montero se queda a dormir en los comercios.

Don Amando, de 82 años, reconoce que luego de lo ocurrido surgieron muchas versiones, pero que lo único que esperan es que los responsables sean detenidos.

Luego del asalto, la Policía interceptó el mismo 21 de diciembre del 2019 el vehículo en el que llegaron y escaparon los presuntos asaltantes. El conductor de este, de apellidos Corrales Miranda, de 20 años, fue capturado y actualmente descuenta tres meses de prisión preventiva.

“La investigación continúa para tratar de identificar al resto del grupo, que son alrededor de cuatro personas más”, detalló el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ante consulta de La Nación.

En tanto, la Fiscalía informó de que el caso se sigue dentro del expediente 19–003246–0066–PE, en el que solo figura Corrales como sospechoso del presunto delito de homicidio calificado.

Agregaron que por estar en proceso la investigación no se pueden brindar más detalles.

Jorge Enrique Rojas Montero, hermano del fallecido, contó que su hermano recibió un disparo en la pierna y otro en el brazo; no obstante, la causa de muerte exacta no la han obtenido, ya que están a la espera de que les informen sobre el resultado de la autopsia.

Población de Pocora se siente insegura

La muerte de José Antonio Rojas Montero en diciembre pasado generó indignación entre los vecinos de Pocora de Guácimo, Limón, ya que hay una oficina policial muy cerca del comercio.

Para los vecinos de ese distrito limonense, la delincuencia se ha apoderado de algunos barrios y eso hace que exista una percepción de inseguridad.

José Ángel Quesada, con 45 años de vivir en la zona, aseguró que hay mucho por hacer, por lo cual algunas personas se han organizado para remitir una carta al ministro de Seguridad Pública, Michael Soto Rojas.

“La seguridad es muy mala, hay droga y algunos delincuentes dedicados a los asaltos”, mencionó este hombre, quien se dedica a vender copos en el centro de Pocora.

En tanto, Rodolfo Herrera, quien toda la vida ha vivido en la zona, contó que ha escuchado que la delincuencia tiene intimidada a la Policía.

Otros dos vecinos, quienes prefirieron no revelar sus nombres, cuentan que la inseguridad se ha incrementado y que en ocasiones el recurso policial es insuficiente.

Ante ese sentir, Raúl Rivera, jefe de la región Caribe de la Fuerza Pública, contó que de setiembre a la fecha han detenido a varias personas por asaltos y hurtos y que las acciones policiales se realizan de acuerdo con objetivos planteados.

Recordó que, en ocasiones, los operativos policiales se enfocan en movilizarse hacia otros puntos para dar con los sospechosos de un delito y de esta forma ser más efectivos.

“Lo que hacemos es extender el perímetro para los oficiales y, en ocasiones, trabajamos operaciones conjuntas con OIJ, Policía de Tránsito y otros cuerpos policiales”, aseveró Rivera.

En el cantón de Guácimo laboran en total 98 oficiales, según los datos de Seguridad Pública. Ellos se encargan de atender todo tipo de casos.

Según estadísticas de la Policía Judicial, específicamente en el distrito Pocora en el 2016 hubo 71 delitos contra la propiedad, en el 2017 bajaron a 61, para el 2018 la cifra fue de 60 y el año pasado de 46.

Durante este 2020, hasta el 6 de febrero solo se ha atendido un caso por ilícitos de este tipo. Por lo que existe una tendencia a la baja.

En cuanto a homicidios, el comportamiento ha sido variable, ya que durante el 2016 y el 2017 no hubo hechos de este tipo, en 2018 fueron dos, en 2019 tres y en lo que va del 2020 no se ha registrado ninguno.

Durante los últimos dos años las autoridades se han enfocado en la notitia criminis (aviso de la ejecución de un delito) para contener los delitos en todo el país.