En los últimos dos años los diferentes cuerpos policiales de la Fuerza Pública sacaron de las calles un promedio de 173 armas de fuego cada mes, es decir, una cada cinco horas, entre ellas fusiles de asalto AR-15 y Ak-47, los cuales son de uso militar y están prohibidos para particulares en nuestro país. Esa cantidad brinda una idea de cómo los grupos delincuenciales recurren a ese armamento para delinquir.
El ministro de Seguridad, Michael Soto Rojas, indicó que en nuestro país más del 70% de los homicidios ocurren con armas de fuego y por eso su decomiso es de suma importancia, pues también son usadas en otros delitos como robos y asaltos.
En el 2020, fueron 2.089 las armas de fuego decomisadas, cifra similar a las 2.070 del año recién concluido. Aunque la mayoría son adquiridas en el mercado ilegal, procedentes de naciones como Panamá, Colombia y otras, algunas son robadas a personas que las compran de manera legal en las armerías. De igual forma, muchas son sustraídas a empresas de seguridad privada e incluso a entes estatales, como la Policía de Tránsito y el mismo Ministerio de Seguridad, que el año pasado pudo recuperar un lote sustraído de la Escuela Nacional de Policía.
Según la Sección de Análisis y Estadísticas del Departamento de Inteligencia Policial, entes como la Policía de Fronteras, la Dirección de Unidades Especializadas, el Servicio de Vigilancia Aérea, la Policía Turística y el Servicio Nacional de Guardacostas, son parte de los que regularmente participan en operaciones y megaoperativos para desarmar a quienes portan armas de forma ilegal. Además, las autoridades decomisan municiones para ese armamento.
El ministro Soto Rojas expresó que hay zonas específicas donde están asentados grupos criminales, algunas de ellas en puntos urbano marginales de la capital, en los puertos y en algunas otras regiones donde las estructuras buscan armas en el mercado ilegal para mantenerse, para controlar el área y para generar poder. En esas zonas se han decomisado la mayor cantidad.
En cuanto a las cuatro provincias donde más armamento se ha decomisado están justamente las tres que este 2021 cerraron con la mayor cantidad de homicidios, es decir, Limón, San José y Puntarenas, que concentraron más de 67% de asesinatos.
El ministro Soto afirmó que las autoridades policiales continuarán en esa misma línea en el 2022. De hecho, este miércoles, oficiales del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) decomisaron en Dos Cercas de Desamparados, San José, dos armas de fuego y un chaleco antibalas a varios sujetos que salieron corriendo al notar la presencia policial.
En los primeros seis días de este 2022, se han incautado un total de 16 armas de fuego, mientras que en ese mismo periodo se registran diez asesinatos, según datos del Organismo de Investigación Judicial. Durante el 2021 fue imposible reducir la cifra total de 570 homicidios y, de manera preliminar, el recuento en el año recién concluido, cierra con unos 18 casos más.
En cuanto al futuro de las armas decomisadas, el Director General de Armas y Explosivos, Bill Solís, informó de que se procede a la destrucción y para ello se sigue un protocolo en conjunto con el Poder Judicial. En noviembre pasado se envió una solicitud para destrozar 9.000 armas y se está a la espera de la resolución judicial que va a determinar cuántas de ellas se pueden destruir de inmediato y cuántas deben esperar otra fecha, en caso de que constituyan prueba o sean necesarias para algún juicio o diligencia judicial pendiente.
El decomiso de armas blancas como puñales y cuchillos se incrementó este 2021 en relación con el 2020, pues la Policía se incautó de 5.556, mientras que el año trasanterior fueron 3.261, informó el Ministerio de Seguridad.