La afluencia de turistas extranjeros a Jacó de Garabito, Puntarenas, se convierte en un atractivo para los delincuentes, quienes se aprovechan de esta condición para cometer robos, hurtos y asaltos.

Datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) revelan que este distrito porteño es en el que más foráneos presentan denuncias por ser víctimas de delitos. Incluso, la cifra aumentó un 39,7% del 2014 al 2018.

“El distrito con mayor prevalencia de hechos delictivos contra turistas extranjeros es Jacó”, precisa el Reporte de Situación Costa Rica 2018 de la Policía Judicial.

El informe destaca que el 95% de los delitos son contra la propiedad, aunque hay otros hechos, no especificados, de los que son víctimas los visitantes internacionales.

Durante el 2014 las denuncias presentadas por extranjeros fueron 156, un año después aumentaron a 159, en el 2016 alcanzaron las 193, mientras que para el 2017 la cifra bajó a 158.

Sin embargo, el año pasado el número volvió a subir y llegó a 218 denuncias.

La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) posiciona a playa Jacó como la zona más visitada del sector central porteño, especialmente por las condiciones existentes para la práctica de surf y, precisamente, las conglomeraciones son las que aprovechan los malhechores.

“Los delitos se registran con más frecuencia en las zonas del país donde más se conglomeran turistas, como en las playas”, destaca el reporte judicial.

Ante ese contexto, la Fuerza Pública de Puntarenas destacó que tanto en esa provincia, así como en el cantón de Garabito se ha registrado una baja en delitos durante este 2019.

El jefe policial de esa región, Rigoberto Rodríguez indicó, por medio de la oficina de prensa, que como parte de las acciones para combatir los ilícitos se realizan patrullajes permanentes y se mantienen dispositivos de seguridad.

Por su parte, Víctor Ramírez, jefe de Servicio al Turista del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), detalló que el trabajo interinstitucional y los trabajos de prevención son fundamentales para velar por la seguridad turística.

Explicó que la realización de campañas, así como la distribución de folletos con consejos en autobuses y empresas arrendadoras de vehículos es fundamental para proteger al turista.

Asimismo, destacó que el trabajo con cuerpos policiales y de emergencias, así como con fiscales y jueces es fundamental para ver los delitos desde una perspectiva más amplia.

“Hemos capacitados guías turísticos y empresarios para que sepan cómo proteger al turista y manejar ciertas situaciones. Además, con la Comisión Nacional de Seguridad Turística, integrada por varias instituciones, trabajamos para identificar zonas del país en las que hay alguna situación particular”, manifestó Ramírez.

Para el caso específico de Jacó, el funcionario destacó que se coordina con la Policía, así como con la Cámara de Turismo de la zona para atender los casos que se registren.

Otros cuatro distritos con altas cifras de denuncias son Quepos, Cahuita de Talamanca (Limón), Cóbano y Bahía Ballena de Osa.

En territorio quepeño se pasó de 112 denuncias en el 2014 a 196 en el 2018, mientras que en Cahuita el alza es de 121%, ya que mientras que en el 2014 hubo apenas 66 casos de turistas atendidos por el OIJ, cuatro años después la cifra alcanzó los 146.

Los números son más favorables, pero siempre altos en Cóbano y Bahía Ballena. En el primer lugar se pasó de 117 casos a 102 en cuatro años, en tanto, en el segundo de 89 a 81.

El OIJ destaca en su informe que la mayor cantidad de denuncias se registran entre las 10 a. m. y las 4 p. m. de los sábados y domingos y posiciona a los estadounidenses como los que más quejas presentan.

En cinco años, los turistas de Estados Unidos presentaron en total 1.945 denuncias en delegaciones de la Policía Judicial de todo el país.

En segundo lugar, los franceses, con 715 y, de tercero, los alemanes con 656.

Atención integral

Fulvio Fernández, jefe de la Policía Turística, mencionó que desde su equipo se trabaja en las aristas de prevención, capacitación, atención de la víctima y el patrullaje de caminos.

Precisó que aunque los oficiales turísticos no están en todas las zonas del país, coordinan con la Fuerza Pública y otros cuerpos policiales para atender situaciones en las que los extranjeros son las víctimas.

En la actualidad, la Policía Turística cuenta con 300 oficiales distribuidos en playa del Coco, Papagayo, Flamingo, Tamarindo, Nosara, Monteverde, Santa Teresa, Puntarenas centro, Manuel Antonio, Dominical, Golfito, puente sobre el río Tárcoles, San José, Cartago, Los Ángeles de San Rafael de Heredia, aeropuerto internacional Juan Santamaría, Poasito, La Fortuna, Cocles y Tortuguero.

Esa distribución se hace a partir de los factores de visitación, riesgo y denuncias, dijo Fernández.

“Se realizan visitas a hoteles y comercios, controles en carretera, abordajes en buses, entradas de parques y zonas consideradas como de mayor riesgo.

Además, se da capacitación a oficiales, guías turísticos, conductores de turismo y hoteleros”, manifestó el jefe policial.

Añadió que en las ocasiones en las que el turista es víctima de un delito, ellos están capacitados para reducir al máximo la afectación y brindarles apoyo.

Fernández finalizó destacando que todo Costa Rica es turístico y, por eso, se debe trabajar integralmente y de manera conjunta en la seguridad turística, tomando en cuenta que es una importante aporte a la economía nacional.