San José (Redacción). Dos hombres, a quienes el OIJ liga con la muerte y el descuartizamiento de un adicto al crack en León XIII de Tibás, San José, se entregaron esta tarde a la Fiscalía de Goicoechea.
Se trata de dos primos hermanos a quienes las autoridades identificaron como de apellidos Céspedes y Quintero.
Ambos se encuentran a la orden del Juzgado Penal de Goicoechea, dependencia que decidirá esta tarde si ordena prisión preventiva, o bien, los deja en libertad mientras avanzan las pesquisas.
Trascendió que Quintero y Céspedes han sido investigados por tenencia de drogas y pequeñas fechorías.
La Policía Judicial los investiga por la muerte y desmembramiento de Juan Carlos Saborío Romero, de 32 años.
Este hombre, soltero, sin hijos, adicto al crack y al alcohol, según sus familiares más cercanos, desapareció el 7 de julio y, un día después, vecinos encontraron su cabeza en un lote baldío de dicha comunidad.
Partes del cuerpo, las piernas, el tronco, los brazos, aparecieron al día siguiente en otro lote baldío de La Peregrina, en La Uruca.
Lo descuartizaron con una sierra en un búnker de León XIII que frecuentaba.
Las autoridades judiciales estiman que Saborío fue ultimado por venganza pues habría sustraído unas 500 dosis de crack a los dueños de dicho búnker.
El 27 de julio anterior, agentes de la Sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) allanaron, en coordinación con un Juez y la Fiscalía, dos viviendas y el búnker donde, sospechan, mataron y partieron el cadáver de Saborío.
Se incautaron de cuchillos y una sierra con las que, creen, los investigadores, perpetraron el asesinato.
Todo fue cuidadosamente levantado y enviado a Ciencias Forenses, en San Joaquín de Flores, Heredia, para que los expertos determinen si contienen restos de carne o sangre humana.