02/08/2011 En la carcel de la Marina de San Carlos oficiales penitenciarios y la polica hacen requisas en todas las celdas y encuentran gran variedad de cosas, armas blancas celulares licor, pastas de dientes escondidos en las camas radio grabadoras /Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Un grupo de reos golpeó ayer al subdirector de la Policía Penitenciaria, William Venegas, cuando el funcionario les decomisó dinero durante una requisa en la cárcel La Marina, en San Carlos.
El jefe policial no resultó herido gracias a la rápida intervención de los otros custodios que participaron en el operativo.
Los presidiarios del dormitorio dos, ubicado en el pabellón A de sentenciados, se mostraron muy molestos con la Policía, y armaron un motín, que terminó con cuatro reos detenidos.
Los hombres, apellidados Mesén, de 21 años; Blanco, de 22; Fonseca, de 24; y García, de 31, fueron llevados a la cárcel La Reforma, en Alajuela, como medida disciplinaria por su comportamiento.
“La respuesta policial es previsible porque los reos que no colaboran con la requisa, arman una discusión primero para distraer mientras otros esconden armas, droga y celulares”, dijo Venegas.
En esta cárcel hay unos 480 reos, y el grupo de 150 policías encontró 80 armas blancas, una carabina hechiza de madera, cinco celulares, un chip, 32 radiograbadoras, 13 pipetas de droga, 22 tijeras, ocho litros de chicha, seis calentadores de agua, entre otros.
La Policía halló también una hielera cargada con jamón, queso amarillo y chorizo, que uno de los reos vendía al resto.
Venegas aseguró que los reos creen que las cárceles les pertenecen; sin embargo, el subjefe policial apuntó que los operativos han servido para retomar el control interno de las cárceles.
Fernando Ferraro, viceministro de Justicia, dijo los cuatro cabecillas del motín fueron trasladados de la cárcel La Marina a La Reforma, como medida para quebrar el liderazgo negativo de este grupo organizado.
En uno de los dormitorios, por ejemplo, había un calentador hecho con un galón de plástico, que tenía una resistencia en el fondo, con dos puntas metálicas que atravesaban el plástico para conectarlas al enchufe.
Los reclusos también ocultan droga y celulares en escondites hechos dentro de la reglas de madera de los camarotes, así como dentro de zapatos.
Las autoridades penitenciarias aumentaron las requisas en distintas cárceles, tras el intento de fuga del 11 de mayo pasado en La Reforma. Este es el octavo operativo fuerte que la Policía lleva a cabo.
El último operativo se realizó en la cárcel de Pérez Zeledón, el pasado 25 de julio. Allí encontraron 362 armas punzocortantes, ¢1,5 millón en efectivo y electrodomésticos en cantidad excesiva.