Un peón agrícola encontró ayer el cadáver de una mujer amordazado mientras buscaba unas cañas para reparar la cerca de un tomatal en barrio El Socorro, San Miguel de Santo Domingo, Heredia.
El cuerpo yacía cerca de la entrada a la plantación, oculto entre matorrales. Las autoridades estiman que los restos tendrían de dos a tres días de permanecer en ese sitio.
La víctima estaba desnuda. A pocos metros, los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Heredia hallaron un
El homicida, al parecer, utilizó la blusa – los agentes no pudieron precisar si era esa prenda– para taparle la boca.
“No tenía lesiones visibles ni hay rastros de sangre”, dijo Daniel Calderón, jefe regional de la Fuerza Pública.
Ayer los investigadores judiciales contaban con pocas pistas para identificarla pues la mujer no portaba alhajas ni tenía tatuajes. Además, sus rasgos estaban bastante alterados por permanecer tanto tiempo a la intemperie.
Las características de la víctima no coinciden con las de mujeres desaparecidas en Heredia. Las sospechas apuntan ahora hacia San José y sus alrededores, sobre todo porque una extranjera desapareció la semana pasada cuando se dirigía a su trabajo.
La plantación queda junto a la vía paralela a la ruta 32 (Braulio Carrillo). La mujer estaba en un lote junto al sembradío de tomate.
Carlos Martínez, un lugareño, contó que hace dos días observó a una pareja que discutía dentro de un vehículo en un sitio muy cerca de donde apareció el cadáver.
“Se alejaron al ver la patrulla”, agregó el testigo. Martínez ya tuvo la desagradable experiencia de encontrar un cuerpo en esa zona. En abril del 2003, este vecino dio con los restos de la bailarina Anita Guadamuz Arias, de 32 años de edad.
Desconocidos la estrangularon para luego abandonar sus restos –dentro de una bolsa– en un precipicio también ubicado en el barrio El Socorro.