El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) busca establecer si hay un patrón común en los tres casos de hombres descuartizados, descubiertos en ríos y lotes baldíos en los últimos dos meses.
Jorge Rojas, director del OIJ, manifestó que estos casos son todos mutilaciones, y no ocurrieron por la acción de animales ni por la fuerza del agua.
“Fueron hechas (las mutilaciones) con algún instrumento, una sierra, o algún otro que estaríamos determinando, pero son mutilaciones que se han dado para hacer desaparecer los cuerpos con mayor facilidad”, dijo Rojas.
El jefe policial aseguró que estos casos tienen la influencia de la criminalidad de otros países. “Esos son patrones copiados, no decimos el país en concreto, pero sí está sufriendo este tipo de violencia” , afirmó.
Un trabajador que manipulaba en el lugar una excavadora divisó los restos mientras sacaba piedras del río. El OIJ dijo que se trata de una cabeza, un brazo izquierdo y la pierna derecha.
Rojas señaló que esa persona pudo ser asesinada entre el lunes y martes, y presentaba una fractura en la cabeza, que se analiza si pudo ser la causa de muerte.
El cuerpo todavía no está identificada. La Policía revisa denuncias de hombres desaparecidos para determinar si los restos podrían ser de alguno de ellos.
Ayer fue encontrada la parte inferior de un tronco en el mismo río, a unos 15 kilómetros del hallazgo del miércoles.
El segundo homicidio fue el de Juan Carlos Saborío Romero, de 32 años, cuyos restos los encontraron el 9 de julio en un lote baldío de La Peregrina y en el río Virilla a su paso por La Carpio, ambos lugares de La Uruca, San José.
Saborío, quien por lo general deambulaba por las calles de León XIII, Tibás, según admitió su familia, tenía problemas con las drogas y se ganaba la vida haciendo mandados y limpiando jardines.
El primer caso es el de otro hombre –sin identificar– que fue hallado el 19 de mayo en quebrada Cangrejos, en Copey de Tibás. La Policía presume que se trata de un extranjero que en el estómago llevaba óvulos con cocaína.
El cuerpo lo partieron y lo metieron en bolsas plásticas. Una parte quedó dentro de una maleta.
“No estamos diciendo que tengan relación, pero es una lógica policial buscar ese vínculo, aunque no lo tenemos establecido todavía”, agregó.
Precisó que si se logra determinar que en todos los casos se usó un mismo tipo de herramienta para hacer los cortes –una sierra, por ejemplo–, eso les permitiría seguir una línea de investigación.
“En el primer caso, sospechamos que se trata de un ‘burro’ (trasegador de drogas. En el segundo se habla de un posible ajuste de cuentas, y en el tercero, no lo tenemos identificado”, concluyó Rojas.