Oficiales de la Policía de Fronteras detuvieron a un sujeto que llevaba 87 kilos de cocaína ocultos en el techo y el piso del vehículo que conducía.
El decomiso ocurrió en Golfito, Puntarenas, cuando los oficiales notaron nervioso al conductor, al que detuvieron porque iba a gran velocidad por el puesto policial que está en Guaycará, kilómetro 35 de esa carretera, inaugurado en el 2014.
Se trata de un extranjero de apellido Ibarra, de 48 años.
Al revisar el carro, los oficiales observaron varios tornillos sueltos, partes de la alfombra del auto desprendidas, la lata del piso recién pintada y varios envoltorios negros en la parte de abajo de la platina.
Al detectar la droga, contactaron a los agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD), quienes efectuaron una minuciosa revisión del automotor.
Los agentes contabilizaron 87 paquetes, cada uno con un peso aproximado de un kilo.
Los primeros 54 iban ocultos en el piso del Toyota Prado y los otros 33 escondidos en el techo.
Al hombre también se le decomisaron ¢67.000 y $80 dólares en efectivo.
Ibarra, nicaragüense sin antecedentes policiales, quedó a la orden de la Fiscalía y se expone a penas entre ocho y 15 años de prisión.
Cada kilo de cocaína tiene un costo en nuestro país que ronda los $8.000, unos ¢5 millones, precio que se multiplica conforme la carga se aproxima a su destino final en Estados Unidos.
Así las cosas, la carga decomisada costaba unos ¢435 millones.
La movilización de droga en automóviles permite a los grupos organizados perder menos cantidades en caso de ser detectados. Cuando movilizan grandes cargamentos en barcos o aviones, sufren fuertes pérdidas cuando la Policía los detecta.
El fin de semana un trailero guatemalteco quedó detenido en la frontera con Nicaragua, cuando llevaba droga oculta en uno de los tanques de combustible.
El hombre iba con destino a Guatemala y se le decomisó el tráiler, que era de una empresa de transportes.