22/11/12 Calle Fallas Desamparados casa de habitacin del ni÷ Gabriel solis que sufre un le ve parlisis cerebral debido auna mala pracsis que le realizaron a la hora de nacer en la Clinica Carit, debidoa esto su madre falleci cuando este naci en la foto Ashely Sos, Soyla Sos, Gabriel Sols y Joseph HernandezFoto:Adriana Araya
Los fuertes y seguidos movimientos en su vientre despertaron a Sheila Solís Vindas y también la ilusión de esta madre por conocer al inquieto ser al que daría a luz.
Esa fue la cuarta vez que ella se dirigía a toda prisa hasta una camilla de hospital, esperanzada en regresar a casa con su bebé.
Ya lo había hecho así con Valeria, Andrés y Ashley, quienes ahora tienen 16, ocho y seis años de edad. Esta vez, el turno le correspondía a Gabriel. Sin embargo, una fría madrugada de un domingo se convirtió en la más oscura de todas.
Solís llegó al Hospital de La Mujer hacia la 1:20 a. m. con cuatro centímetros de dilatación y 39 semanas de gestación. El parto era inminente y la internaron.
Su madre, Zoila Vindas, la acompañó desde el inicio hasta el final, pero este fue inesperado. El ambiente en la sala de partos se impregnó de tensión.
En el expediente clínico se documentó una “bradicardia fetal”, lo cual significaba que los latidos del corazón de Gabriel comenzaban a disminuir.
Vindas recuerda que, aun así, a su hija la hicieron pujar y no le practicaron la cesárea. Luego de una hora, Gabriel fue expulsado del cuerpo de su madre con problemas respiratorios.
“Él nunca lloró, no reaccionó. Estaba sin signos...”, dijo Vindas, quien además señaló que el personal que atendía a su hija se preguntaba dónde estaba el doctor.
Solís presentaba un fuerte sangrado que no se detuvo. Vindas asegura que las piernas de su hija no estaban frías, sino “heladas como hielo”.
Hacia las 4 a. m., la operaron para interrumpir la hemorragia, pero eso no ocurrió. Tras sufrir tres paros cardiorrespiratorios, falleció a las 11 a. m.
Autopsia. Ocho meses después de la muerte de Sheila Solís –el 29 de agosto del 2010–, la autopsia reveló que el útero nunca se contrajo y esto causó el sangrado severo.
Según el informe forense, no hubo un adecuado manejo de la paciente durante el parto, el cual “no fue atendido por el médico especialista o médico residente”; y hubo “omisiones al deber de cuidado por parte de los médicos”.
A la fecha, el expediente judicial, que se encuentra en la Fiscalía de Delitos contra la Vida, no tiene todavía imputados y nadie ha sido indagado.
Gabriel es “testigo”, pero, a sus dos años y tres meses de edad, apenas emite algunos sonidos y sus movimientos son leves. La asfixia que sufrió al nacer le provocó una parálisis cerebral.
Karen Solís, hermana mayor de Sheila, asegura que el avance de su sobrino ha sido inmenso, gracias a las terapias que recibe a diario.
Gabriel asiste dos veces por semana a la Fundación Felipe Nery, y una vez a terapia acuática y a Olimpiadas Especiales. Un odontólogo es el que ayuda a la familia del niño a pagar las terapias. Un grupo en Facebook muestra varias fotos de Gabriel y sus actividades en terapias.
Sus abuelos, Zoila (60 años) y Guillermo (65), quien es pensionado, se han convertido en los nuevos padres de Gabriel.
La Medicatura Forense menciona en el dictamen legal que “es necesario investigar, de acuerdo a los roles de guardia, quiénes eran los médicos responsables durante el turno en que la señora Solís Vindas falleció”.
El pasado 6 de noviembre, la Fiscalía de Delitos contra la Vida solicitó a la Dirección del Hospital de la Mujer una lista detallada del personal médico que estuvo presente durante el parto.
Franklin Fernández, abogado de la familia de la madre fallecida, indicó que, hasta ayer, ese centro médico no había respondido.
Este diario intentó conocer la versión del Hospital de la Mujer, pero en la Oficina de Prensa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dijeron que no se referirán al caso por haber una investigación judicial.