Cuatro jóvenes vestidos con gabardinas negras que les llegaban hasta abajo de las rodillas, intentaron en vano robar el cajero electrónico de la agencia del Banco Popular en Santa Rosa de Pocosol, San Carlos.
La agencia se ubica frente al costado sur del templo católico del lugar.
La alerta la dio el Departamento de Monitoreo de la entidad bancaria cerca de la 1 a. m. de este martes.
También de madrugada, pero del 16 de junio del 2014, unos delincuentes habían intentado robar ese cajero con el mismo resultado. En esa ocasión, los hampones tuvieron que abortar el plan al reventarse un cable acerado con el que quisieron sacarlo de la base.
Esta vez utilizaron un mazo para tratar de abrir un hueco en la caja para sacar por allí el dinero que estaba depositado y que -según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ)- se acercaba a los ¢14 millones.
Los golpes del mazo activaron los dispositivos de seguridad, la alarma sonó y los desconocidos no tuvieron más opción que emprender la huida en un automóvil de color oscuro.
Ese vehículo, marca Hyundai, aparece en el video registrado por una de las cámaras del banco.
Raúl Lacayo, jefe de Seguridad de la entidad bancaria, dijo a través de la oficina de prensa que se trató de un hecho delictivo que únicamente provocó daños estructurales en el cajero automático.
Agregó que, como resultado de esta acción, no se registran daños a personas ni sustracción de valores.
Enfatizó que el intento de robo fue abortado gracias a los dispositivos dispuestos por la entidad para la protección de los cajeros y sus usuarios.
El dispensador de dinero resultó dañado y quedó fuera de operación, pero la agencia funcionó normalmente, por lo que durante el día la atención a clientes y público en general no sufrió trastorno alguno.
Inexpertos Agentes del OIJ que asumieron la investigación del hecho dijeron que los autores podrían ser inexpertos ya que cometieron varios errores sobre los cuales no entraron en detalles para no entorpecer la pesquisa.
Agregaron que tratar de identificar a los antisociales no será tarea fácil, dado que actuaron con sus rostros cubiertos.