El Tribunal de Apelación de la Sentencia de San José ordenó un nuevo juicio en contra de una mujer de apellidos Calderón Campos, de 52 años, sospechosa de provocar la muerte de una niña de cuatro años.
De esta manera los jueces acogieron un recurso de apelación presentado por la Fiscalía de Desamparados, en el que se solicitaba un nuevo debate y la anulación de una sentencia previa contra la mujer.
Además del reenvío a juicio, se ordenó anular la sentencia del 16 de agosto del 2017 del Tribunal Penal de Desamparados, en la que se condenó a Calderón a 8 años de prisión por el delito de abandono de incapaz, no así por el homicidio calificado de la niña.
La menor estaba bajo custodia provisional de esta mujer, por una decisión del Patronato Nacional de la Infancia.
La Fiscalía considera que entre los meses de noviembre del 2013 y abril del 2014, Calderón ejecutó constantes agresiones físicas y psicológicas contra la menor, a quien omitió facilitarle atención médica para una serie de lesiones que sufrió, y una desnutrición leve, al no brindarle la alimentación adecuada.
La pequeña falleció en la casa de Calderón, en Jericó de San Miguel de Desamparados, el 19 de abril del 2014.
Al parecer, la noche antes, la mujer le propinó una golpiza a la niña, lo que le provocó una fractura de la base del cráneo. Al día siguiente, la infante entró en paro cardiorrespiratorio y murió, según se expuso en el primer juicio.
La víctima fue una niña hija de una madre adicta a las drogas, quien era conocida de Calderón, según dijo ella. El 23 de noviembre del 2013, cuando tenía tres años y ocho meses, le fue entregada por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
En un inicio, Calderón fue acusada por el delito de homicidio calificado, por lo cual el Ministerio Público pidió 35 años de prisión, pues la señaló como responsable de propinarle golpes que causaron la muerte. Sin embargo, los jueces del Tribunal Penal de Juicio de Desamparados recalificaron el delito de homicidio por el de abandono de incapaz.
El día del fallo, la mujer rechazó los cargos que se le atribuyeron.
"No soy una mujer agresora. El 23 de noviembre (del 2013) llegó a mi casa. Nadie me obligó tener a la niña, la quise a pesar de que sabía que era una tía temporal y tenía la posibilidad de adopción. Nosotros la aceptamos, no somos una familia de agresores, y eso está en nuestro perfil", dijo a los jueces. Insistió en que la menor se automutilaba y explicó que el golpe que le produjo la muerte se lo dio en el baño.
A la fecha, la Fiscalía permanece a la espera de que el Tribunal Penal de Desamparados fije la fecha en que se realizará el nuevo debate, por la causa que se investigó bajo el expediente 14-007975-042-PE.