Tres oficiales de la Fuerza Pública fueron condenados, el jueves anterior, a descontar, cada uno, siete años de prisión, por facilitar el tráfico de migrantes.
La decisión la adoptó el Tribunal de Juicio de Liberia, al acoger la tesis del fiscal Geovanny Leiva, en el sentido de que los implicados informaban a una red de traficantes de personas que operaba en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, frontera con Nicaragua, sobre los sitios donde había retenes policiales, en la carretera Interamericana Norte, con la finalidad de que los evadieran.
Los tres policías sentenciados fueron identificados como Tony Parrales, Eliécer Ávila y Rolando Espinoza. En este mismo caso también se sentenció a siete años a José Vicente Rodríguez, un particular también involucrado en el mismo delito.
Asimismo, el Tribunal de Liberia, integrado por Max Baltodano Chamorro, Cristian Calvo de la O y Mario Guido Jiménez, acogió la gestión de la Fiscalía y dictó ocho meses de prisión preventiva para todos los condenados mientras la pena adquiere firmeza. Otro policía enjuiciado en Liberia, de apellido Brais, fue absuelto por duda.
Hechos. Este caso fue descubierto el 26 de abril del 2014, cuando agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ejecutaron 18 allanamientos en Guanacaste y San José. En total, se detuvo a 17 personas por integrar la organización
Según las pesquisas, el grupo ganaba cada semana entre ¢5 millones y ¢6 millones.
La pesquisa se extendió por un año, lapso durante el cual las autoridades recabaron elementos para determinar la existencia de la red y saber que tenía dos ramas, una en nuestro país llamada los Catanes y otra en Nicaragua, denominada los Talibanes.
Según las autoridades, los grupos traficaban especialmente a nicaragüenses, quienes, luego de bordear a pie el puesto migratorio en Peñas Blancas, eran metidos en un casa en suelo tico.
Posteriormente, los trasladaban hasta San José en automóviles, a los cuales les reforzaban la suspensión y los dotaban de vidrios polarizados.
De los 17 detenidos, 10 imputados anteriormente habían aceptado el delito y se acogieron a un proceso abreviado.
En tanto, cinco (los cuatro policías y el particular) decidieron ir a juicio, el cual se inició en noviembre pasado y terminó este jueves. Quedan pendientes de someterse a un debate una mujer de apellido Corea y otro policía apellidado Sandino.