Un técnico en farmacia de la cárcel Jorge Arturo Montero, conocida como La Reforma, fue condenado a nueve años de prisión por entregar marihuana y cocaína a un reo.
La sentencia fue dictada este miércoles por el Tribunal Penal de Alajuela, luego de encontrar culpable a Felipe Fidel Campos García de un delito de suministro de droga en modalidad agravada, porque él aprovechó el ejercicio de un cargo público para realizar la actividad ilícita.
Según logró demostrar la Fiscalía, durante el juicio, los hechos ocurrieron el 30 de enero pasado en esa prisión, en la cual Campos trabajaba desde 1994.
Ese día, oficiales de la Policía Penitenciaria notaron a Campos con actitud sospechosa, por lo que lo siguieron y lograron observar cuando le entregaba la droga a un privado de libertad, quien realizaba labores de limpieza en el área administrativa del lugar.
Al interceptarlo, los oficiales lograron encontrarle 53,39 gramos de marihuana y 44,03 de cocaína, por lo que fue detenido de inmediato.
Los policías lo pasaron al Ministerio Público, donde se le abrió una investigación dentro del expediente 19-000499-057-PE.
Mientras la sentencia queda en firme, Campos cumplirá arresto domiciliario con monitoreo electrónico como medida cautelar.
Otros casos recientes
Recién el 26 de agosto pasado, un policía penitenciario fue detenido en el Centro de Atención Institucional Gerardo Rodríguez Echeverría, en San Rafael de Alajuela, cuando pretendía ingresar por el puesto principal con teléfonos celulares y drogas dentro de su vehículo.
“Este funcionario de apellidos Pacheco Loaiza ingresó a trabajar a Adaptación Social en marzo del 2016. Se le arrestó luego de un seguimiento entre la Dirección y la Unidad de Inteligencia de este cuerpo policial, se le detiene en posesión de algunos teléfonos celulares, pastillas tipo clonazepam y drogas como cocaína, crack y marihuana”, detalló el director de la Policía Penitenciaria, Pablo Bertozzi.
Ese mismo día, en la Unidad de Admisión Pablo Presbere, en Pérez Zeledón, las autoridades también sorprendieron a un funcionario administrativo (un chofer de apellido Valverde) que llevaba en su vehículo cuatro celulares que no reportó.
Los aparatos iban en los compartimentos de las puertas del conductor (dos) y del acompañante, así como entre los asientos delanteros, cerca del freno de mano.
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