Los cuatros sospechosos de desmembrar el cuerpo de un comerciante para luego meterlo en el congelador de una casa afrontarán, a partir de este lunes, un juicio en su contra en el Tribunal Penal de Limón. Se presume que ellos lo asesinaron para apropiarse de sus bienes.
Se trata de un caso que trascendió en noviembre del 2018 en Westfalia de Matama (Limón), cuando la compañera sentimental de la víctima interpuso una denuncia por la desaparición de Wálter Nelson Antay Rodríguez, un peruano con residencia en Costa Rica.
Ella indicó en la denuncia que, desde el 1.° de setiembre de aquel año, había perdido rastro de su pareja, pero que no había alertado antes porque él supuestamente le escribía algunos mensajes de forma ocasional para decirle que estaba bien, pero que ya no quería estar con ella.
Sin embargo, algo dentro de la situación no le calzó y por eso prefirió que las autoridades se encargaran del asunto.
Después de las investigaciones de la Policía Judicial, se estableció que estos cuatro imputados (dos mujeres apellidadas Alfaro y González y dos hombres de apellidos Gutiérrez y Baltodano) tenían relación directa con la supuesta desaparición.
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Gutiérrez era trabajador de Antay, quien tenía una soda en esa zona de Limón.
Cuando hicieron los allanamientos respectivos, los agentes encontraron el cuerpo de Antay desmembrado y metido en ocho diferentes bolsas, las cuales estaban dentro del congelador de la casa, propiedad del fallecido, y en donde estaban viviendo los sospechosos.
Se presume, entonces, que los imputados se apropiaron del celular de la víctima para enviarle mensajes a la compañera sentimental y hacerle creer que estaba vivo.
La oficina de prensa del Poder Judicial indicó que este juicio está programado para culminar el 12 de noviembre.
Vínculo con homicidio en Nicaragua
Cuando este caso trascendió, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dio bastantes detalles sobre los detenidos en aquel momento.
Para empezar, aseguró que había más de fondo, ya que uno de los imputados, identificado como Caín Gutiérrez Alfaro, era buscado en Nicaragua por asesinar a Rita Raquel Rostrán Fajardo, exesposa de Antay.
La Policía Judicial informó de que, en apariencia, Antay y Rostrán se separaron mientras vivían en Costa Rica, por lo que ella se fue con el hijo de ambos de 11 años a suelo nicaragüense, de donde era originaria, y abrió una panadería en la que laboraba junto con Gutiérrez Alfaro.
Incluso, se determinó que este sujeto y Rostrán vivían juntos.
Sin embargo, ella desapareció en el 2011 y solo se comunicaba “por WhatsApp y por redes sociales con familiares y conocidos”. Según el OIJ, él hacía eso para hacer creer que ella seguía viva y así no levantar sospechas y asegurarse que Antay seguiría depositando mensualmente $1.000 en una cuenta a Rostrán, por concepto de manutención.
Ese dinero era recibido por familiares de Gutiérrez Alfaro.
Gutiérrez quedó solo en la casa, por lo que decidió venderla. Justo en ese momento, en el 2017, fue cuando las autoridades nicaragüenses descubrieron el asesinato de Rostrán, ya que el comprador de esa vivienda halló el cuerpo enterrado en el patio.
“Supuestamente, la persona que compró el inmueble (en Nicaragua) hizo una remodelación y encontró un cuerpo enterrado debajo de un piso de cemento, por lo que con las pruebas de ADN se confirma que los restos pertenecían a Rostrán, situación que hizo a las autoridades de Nicaragua emitir una orden de captura por homicidio y falsedad ideológica”, aseguró el OIJ.
Llegó a Limón
Mientras eso ocurría en tierras vecinas, Gutiérrez obtuvo la custodia del hijo de Rostrán y se vino para Costa Rica, donde comenzó a vivir y a trabajar con Antay.
Allí se mantuvo por cerca de un año, hasta que decidió asesinar al peruano y usar el mismo modo de operar que con Rostrán.
Desde el 1.° de setiembre de aquel 2018, Antay dejó de ser visto por su compañera sentimental y por su hijo, que para el 2018 ya tenía 17 años.
Ella comenzó a recibir mensajes supuestamente de él, donde le decía que se había marchado, que quería estar lejos de ella y de su hijo.
La compañera estaba desconcertada y, cuando ella le preguntaba a Gutiérrez por el paradero del peruano, él le respondía que no sabía nada.
Por esta razón, acudió a poner una denuncia por desaparición el 27 de noviembre del 2018.
“Los agentes a cargo del caso descubren un antecedente que tenía Gutiérrez Alfaro en Nicaragua, por lo que solicitan los allanamientos y encuentran en el cuarto de pilas un congelador en el que había ocho bolsas con el cuerpo aparentemente mutilado”, detalló el OIJ por medio de su oficina de prensa.