Desde hace 35 días, el ruso Evgeny K. Otto, preso en la cárcel de San Sebastián, se alimenta con suero y, a veces, con un confite.
Él inició su huelga de hambre para protestar por los tres años que lleva en prisión preventiva esperando que se resuelva el proceso de extradición solicitado por su país, donde lo acusan por supuesta estafa.
Ayer, seis organizaciones defensoras de los derechos humanos aseguraron que el estado del ruso empieza a ser crítico.
“Las huelgas de hambre tienen tres etapas; él está entrando a la tres, en la que se consume tanto el sistema físico que se llega a un punto sin retorno”, explicó la doctora Rebeca Barrantes.
El abogado Rodolfo Nassar, director de la Fundación Costarricense por los Derechos Humanos y Constitucionales (Fucodehu) señaló que la medida preventiva “es desproporcionada, contraria al principio de inocencia” y afirmó que Otto corre peligro de sufrir torturas si vuelve a Rusia.
Nassar impulsó un recurso de habeas corpus a favor de Otto, que está pendiente en la Sala IV.
El ruso llegó al país en 2005 y en 2006 pidió refugio ante la Dirección de Migración, alegando ser perseguido en Rusia. La petición no prosperó, por lo que inició otro proceso en el 2008, que tampoco fue favorable. Ese año ingresó el pedido de extradición de Rusia.
El foráneo fue detenido en noviembre del 2011, cuando el Tribunal Penal de Hatillo avaló la extradición. La defensa apeló el fallo, pero el 10 de abril del 2012, el Tribunal de Casación Penal de Goicoechea lo confirmó.
Su entrega a Rusia no se ha concretado debido a procesos judiciales pendientes. Entre ellos, una demanda contenciosa-administrativa presentada en noviembre del 2011 contra Migración, por rechazar el refugio.
El abogado del ruso, Marco Badilla, dijo ayer que el juicio por esa causa se iniciará este viernes. Además, desde 2009 está en trámite una querella penal contra el entonces director de Migración, Mario Zamora, por difamación, injurias y calumnias. El juicio está previsto para mayo 2015.
Ayer, Zamora afirmó que solo tratan de involucrarlo, ya que él no resolvió las solicitudes de refugio, sino la Comisión de Visas y el Tribunal Migratorio.