Una pieza metálica, de unos tres centímetros de largo, quedó cerca del oído izquierdo de un peluquero, cuando lo operaron para sacarle un tumor en la parótida.
Se trata de Rónald Gerardo Cartín Mora, de 53 años, quien al salir del hospital comenzó a padecer de vértigo y sufrir constantes caídas, que le han ocasionado hasta fracturas.
El paciente se enteró de que tenía un objeto extraño, el 11 de abril del 2013, pese a que fue operado desde el 29 de noviembre del 2009.
Cartín no volvió a trabajar y fue incapacitado por invalidez. Recibe una pensión de ¢60.000 mensuales.
El caso fue denunciado como mala praxis, el 26 de abril del 2013, en el Fiscalía Adjunta de San José.
El abogado Rodrigo Araya, que representa al peluquero, dijo que la acción judicial fue contra ignorado pues aunque tienen claro que hubo un “error”, se debe tomar en cuenta que en la operación, realizada en el Hospital San Juan de Dios, participaron varios profesionales.
“Estamos esperando que la Medicatura Forense del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) entregue un informe sobre el caso y sean ellos los que digan quién fue el responsable. Para determinar eso, fueron decomisados los expedientes médicos de Cartín, que estaban tanto en el Hospital San Juan de Dios como en las clínicas Moreno Cañas y Solón Núñez, donde está documentado todo lo sucedido en este caso”, manifestó Araya.
Misterio. Rónald Cartín, quien es vecino de barrio Cuba, se dedica a la peluquería desde muy joven. Laboraba en un salón que tenía en su vivienda. Este hombre, casado y con un hijo de 23 años, dijo que debido a la aparición una pelota en la cabeza que le molestaba, los médicos decidieron operarlo.
“Yo tenía una vida normal. Incluso, cuando estaba internado en el hospital era el primero en bañarme , pero luego de la cirugía no me podía ni levantar.
”Pasaron 22 días después de que me quitaron los hilos, cuando me empezó a dar el vértigo, pero no solo eso, con los días fui perdiendo habilidad con la tijera. No tenía precisión y, poco a poco, la clientela se fue alejando”, explicó .
Agregó que debido a que las molestias persistían, habló con el médico que lo operó, quien le dijo que el vértigo no tenía nada que ver con la cirugía.
En esa ocasión –a mediados del año 2010– le hicieron un examen y fue cuando en la Clínica Moreno Cañas “vieron algo en el oído y me dijeron que mejor fuera buscando la pensión sin darme explicaciones”. Asimismo, recordó que le dieron una referencia para un TAC en el San Juan de Dios, donde le dijeron: “Todo salió bien, pero debe continuar con el tratamiento, pero va a seguir el vértigo. Me caí muchas veces. Perdí piezas dentales, una de ellas fue cuando andaba gestionando la pensión”.
Cartín precisó que le entraron dudas por el resultado del TAC, por lo cual pidió una copia, que le entregaron hasta abril del 2013.
“Para mi sorpresa aparece un cuerpo extraño cerca del oído izquierdo. No estoy seguro de qué puede ser, pero parece una cuchilla de un bisturí”, dijo.
El peluquero explicó que debido a las secuelas (debe usar bastón para evitar caerse y ponerse una bolsa de suero diariamente) decidió presentar la denuncia.
“En cinco años llevo como 1.900 bolsas de suero puestas, que me han causado un endurecimiento de las venas, problemas de circulación. Esa operación me cambió totalmente. Yo tenía sueños y proyectos que planeaba hacer. Ahora no estoy en buenas condiciones, me volví lento, la voz se me cambió y la vista se me nubla”, concluyó.