La pizza encontrada en el yate donde un hombre murió intoxicado, la cual inicialmente se pensó que tenía rastros de droga, dio negativo por estupefacientes. Este hallazgo deja a los análisis de toxicología de los afectados como última opción para determinar si alguna droga provocó la emergencia ocurrida el domingo 13 de febrero en playa Herradura de Garabito, Puntarenas.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indicó que las pericias toxicológicas requieren un alto nivel técnico, por lo que aún no ha sido posible conocer si alguna droga se encontraba en el cuerpo del fallecido y de las personas que terminaron hospitalizadas. En aquel momento, nueve personas fueron transferidas a la Clínica de Jacó y al Hospital Monseñor Sanabria, cinco en condición grave. Posteriormente, el OIJ anunció que perros entrenados habían detectado rastros de droga en residuos de pizza, pero el análisis forense determinó lo contrario.
“Por ende, no se sabe si fue alguna sustancia la que provocó la muerte de la víctima y la alteración de conciencia de los demás. En los próximos días tenemos una reunión en la Sección de Patología para verificar la línea de investigación”, señaló este jueves el departamento de prensa de la Policía Judicial ante consulta de La Nación.
El día siguiente del hecho, el OIJ inspeccionó el yate durante unas horas para averiguar las causas de la muerte de Allyson Guillermo Ávila Gómez, de 34 años, vecino de Aserrí y a quien los socorristas encontraron sin vida en la embarcación. Ávila era soltero y sin hijos y había cumplido años apenas el 7 de febrero anterior.
El yate se encontraba unos 400 metros mar adentro al momento del hecho y se dirigía hacia Isla Tortuga. El 9-1-1 recibió el reporte cerca de las 9 a. m.
El administrador del barco donde ocurrió la tragedia, quien reservó su identidad por recomendación de su abogado, afirmó este viernes a La Nación que su empresa, que se dedica a alquilar el navío, quedó exenta de toda responsabilidad.
El administrador explicó que un ayudante del barco, y tres personas más, estaban en el yate desde el sábado, horas antes del suceso. Ellos habían entrado sin permiso, pero luego él les dio el aval, pues le dijeron que entraron a la embarcación para ver el atardecer; no obstante, él aseguró que no estuvo al tanto de que varias personas más abordarían y organizarían una fiesta hasta el domingo.
Periodista. Bachiller en Periodismo de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica.
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