Con la nueva medida, los testigos y los fotógrafos ofendidos en este debate deberán hacer sus declaraciones de nuevo.
El juicio es por el delito de tentativa de homicidio simple en perjuicio de dos fotógrafos que pretendían cubrir la boda en Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas.
Como imputados figuran tres hombres de apellidos Solís, Valverde y un colombiano de apellido Rivas, quienes han solicitado que no se difunda su imagen ni su voz.
Yuri Cortés, fotógrafo de la agencia internacional de noticias AFP, aseguró ayer que vino desde México y ahora tiene que asumir los gastos del viaje, alimentación, hospedaje y desplazamiento.
“El estar aquí no me permite ganar, ya que me tengo que ausentar en el trabajo. Esperaba que este martes (ayer) se dieran las conclusiones”, expresó Cortés.
Agregó que lo ocurrido lo tomó por sorpresa y que ansía que todo termine rápido, ya que son cuatro años de espera.
El caso se remonta al 4 de abril del 2009, cuando los guardaespaldas de la famosa pareja interceptaron a los reporteros gráficos Yuri Cortés y Rolando Avilés, quien laboraba como corresponsal para el periódico Al Día, y los mantuvieron alejados de los vehículos.
En un descuido, estos lograron escapar, instante en que habrían sido víctimas de disparos por parte de los integrantes de la seguridad.
El Tribunal, conformado por los jueces Rafael Saborío, Geovanny Hernández (preside) y Carolina Arroyo, tomaron la declaración de Cortés en la tarde. Las de otros nueve testigos son reprogramadas.