El Juzgado Tercero Penal de Managua, en Nicaragua, declaró culpables a dos hermanos del asesinato de un escolar de 12 años, ocurrido el 3 de junio del 2016, en Banderas de Pocosol de San Carlos, Alajuela.
La decisión la dio a conocer este martes la jueza Rosario Peralta, al cerrar la audiencia. La funcionaria no fijó la pena que deberán descontar los implicados, Wilfredo y Javier Antonio Solís Carmona, de 24 y 27 años, sino que el castigo será dada a conocer en una fecha próxima.
La información la confirmaron en nuestro país la oficina de prensa del Ministerio Público, así como el fiscal adjunto de San Carlos, Alejandro Araya, con base en informes suministrados por la Fiscalía de Nicaragua.
De acuerdo con la información, la jueza determinó de que la causa fue muy bien investigada y que luego de recibir las pruebas, la autoridad judicial concluyó de que se confirmaron los hechos acusados.
"Primero del robo, luego del asesinato (niño de 12 años) y del asesinato frustrado (en perjuicio de un joven de 15 años, primo del fallecido y quien sobrevivió en el hecho)", dio a conocer la información oficial.
Durante la audiencia de este martes, la Fiscalía de Nicaragua, había solicitado se impusiera una pena de 30 años de cárcel por el crimen, 20 años por la tentativa y 7 por el robo para cada uno de los hermanos.
Antecedente.
Este juicio había iniciado el pasado 23 de febrero. Se juzgó a dos hombres de nacionalidad nicaragüense como los sospechosos de matar en Pocosol de San Carlos, a un niño de 12 años de edad.
Según una narración del caso dada por las autoridades, el hecho se produjo cuando la víctima viajaba en una motocicleta junto a un primo de 15 años y fueron sorprendidos por los dos individuos quienes, con la intención de robarles la moto, los amenazaron con armas de fuego y luego los amarraron.
Al niño de 12 años lo ataron del cuello a la moto y lo arrastraron por más de 600 metros. Murió por una lesión en la tráquea, según un dictamen de la Medicatura Forense. Entre tanto, el muchacho de 15 años se hizo el muerto y se salvó.
Los sospechosos huyeron en la motocicleta robada hacia una comunidad nicaragüense que colinda con La Trocha de Los Chiles. Cuando los hermanos cruzaron la frontera fueron detenidos por miembros del Ejército de Nicaragua, quienes les decomisaron la moto y otras evidencias. Desde ese momento, los hermanos Solís permanecen presos.
Durante el debate declararon oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los padres del niño asesinado, el adolescente que sobrevivió, así como los médicos costarricenses que realizaron la autopsia del fallecido.