Un sujeto de 44 años fue condenado a 12 años de prisión en el Tribunal Penal del Primer Circuito Judicial de San José por dos delitos de proxenetismo agravado y uno de extorsión.
La Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes demostró la culpabilidad del individuo identificado como Bernal Chaves Godínez y conocido como Marcela.
En el debate, el fiscal acreditó que Chaves recibía en su casa en el centro de San José a hombres trabajadores del sexo y favorecía su explotación sexual. Reclutaba tanto a costarricense como a migrantes, principalmente, de Guatemala, Honduras y Venezuela.
En promedio, ellos debían pagarle 10.000 por el alquiler de la habitación y ¢5.000 por cada cliente que atendían, por espacio de media hora.
El proxeneta también fue sentenciado por el delito de extorsión, debido a que cobraba a los trabajadoras sexuales una suma que iba de $2.000 a $3.000 para liberarlos y permitirles ejercer la prostitución en otras zonas de San José.
Si las víctimas no le pagaban esa suma y querían operar por su cuenta, Chaves enviaba gente para amenazarlas y agredirlas.