Keylor Jacob Cole Kelly, alias Gato Cole, salió a inicios de agosto del Centro Nacional de Atención Específica (CNAE), más conocido como Máxima Seguridad de La Reforma, en San Rafael, Alajuela, y fue reubicado en otro módulo del complejo carcelario.
El traslado obedece a una orden de la jueza Michelle Vega Murillo, quien el 5 de agosto anterior emitió la resolución número 2022005453, de la cual La Nación tiene copia. En esta declara con lugar una queja interpuesta por el defensor particular de Cole, cuyo nombre no fue precisado en el escrito.
En el documento, el líder narco, quien ha afrontado diversos juicios y ha sido sentenciado por tentativa de homicidio y asesinato, alega llevar mucho tiempo en Máxima Seguridad, adonde ingresó el 26 de octubre del 2016, y dice estar disconforme con una valoración realizada en abril de este año.
“Manifiesta la persona sentenciada que se encuentra disconforme con su ubicación en Máxima Seguridad, refiriendo que lleva mucho tiempo allí. Concretamente se encuentra en desacuerdo con la última valoración llevada a cabo en fecha 21 de abril del 2022, mediante la sesión CNAE–02–2022, artículo 14, que acuerda mantenerlo allí ubicado; solicita ser ubicado fuera de Atención Específica”, precisa la resolución.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/FJLB4WDAI5H53GE6CUKBHAQZNA.jpg)
Keylor Cole Kelly (camiseta blanca), alias Gato Cole, ha afrontado diversos juicios. Aunque desde 2016 estaba en Máxima Seguridad, el pasado 6 de agosto fue trasladado a otro módulo por orden del Juzgado de Ejecución de la Pena de Alajuela. (Jeffrey Zamora R)
A partir de esto, el Juzgado de Ejecución de la Pena de Alajuela valoró una serie de documentos que conocieron tanto el abogado de Cole como el fiscal de ejecución de la pena y, posterior al análisis realizado, se concluye que “no consta acuerdo alguno tendiente a generar el egreso” del CNAE.
“Una cosa es que se le mantenga en el programa institucional y otra muy diferente que siga en la Unidad de Atención Específica habiendo estado allí por un periodo de seis años sin justificación atendible como el mismo acuerdo lo plasma, pero no indica nada al respecto sobre un egreso.
“Por lo tanto, de conformidad con los artículos 476 y siguientes del Código Procesal Penal, en relación con los artículos 92 y 93 del Reglamento del Sistema Penitenciario Nacional, se declara con lugar el presente incidente de queja y se ordena el egreso inmediato del CNAE del señor Cole Kelly, debiendo ser ubicado por la Dirección General de Adaptación Social en un espacio institucional adecuado para su reinserción social, así como procederse de forma inmediata con la valoración inicial respectiva en la nueva ubicación”, explica el escrito.
Ante esta resolución, la cual según el Ministerio de Justicia fue acatada 24 horas después tal y como se estableció, indicó que “somos respetuosos de las ordenanzas judiciales, a lo interno hacen los ajustes necesarios para evitar que el traslado a otro módulo no genere conflictos en la población penal ni consecuencia a la seguridad en general”.
Sobre el señalamiento de que no se precisaron documentalmente los motivos para prolongar la estancia de Gato Cole en Máxima Seguridad, la cartera aseguró que en este caso se “contaba con los criterios y expediente correspondiente debidamente actualizado, es decir, las gestiones se dieron; sin embargo, finalmente es el juzgado quien dictamina”.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/MADOAF7TTZA6LDGXYR5XVT6SOY.jpg)
Gato Cole tiene 31 años y es oriundo de Santa Eduvigis, en Limón. (Jeffrey Zamora R)
Afectación emocional y mental
El Reglamento del Sistema Penitenciario Nacional establece en su artículo 92 que luego de una estancia máxima de dos años en Máxima Seguridad debe darse el egreso de los privados de libertad que ahí permanezcan, a menos de que exista una justificación razonable.
Róger Víquez Gairaud, director ejecutivo del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, destacó que siempre debe revisarse la situación convivencial de las personas que permanezcan en el CNAE, ya que esta condición conlleva a una serie de situaciones que repercuten en la salud de las personas” y los afecta de manera “emocional y mental”.
“Actividades recreativas, de estudio, de trabajo prácticamente desaparecen, la utilización de una cancha de fútbol 5 depende de la disponibilidad del área de seguridad, por lo que no tienen un acceso fijo y su uso es excepcional (...). En el caso de la vista, esta se va deteriorando, debido a la costumbre de observar solamente de cerca las paredes de cemento, ya que no hay posibilidad de cambiar el paisaje.
“También, las relaciones entre la población recluida y seguridad y profesionales se ve deteriorada por el estado anímico, emocional y mental de las personas privadas de libertad y el acercamiento familiar y la comunicación externa se ve disminuida drásticamente en relación con el sistema de visitas y llamadas telefónicas de otros centros. Este conjunto de situaciones incide directamente con las valoraciones de las diferentes disciplinas del consejo interdisciplinario, en los procesos de reinserción y en los plazos de ubicación de estas personas en el CNAE”, manifestó Víquez.
El jerarca detalló que mediante diversas inspecciones realizadas por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura “se detectó en primera instancia que no existía un consejo interdisciplinario en dicho centro, sino que se atendía con recargo de otros ámbitos del Centro de Atención Institucional (CAI) Jorge Arturo Montero. Por otra parte, se observó que dicho establecimiento no tenía oficinas para el personal profesional, por lo que no se les podía ubicar en el centro, por ende, las valoraciones técnicas eran deficientes y en algunas ocasiones no se hacían afectando el proceso de reinserción de estas personas”.
Recordó que desde el 2017 el organismo que representa recomendó el cumplimiento del plan de atención técnica de esta población y dos años después se sugirió la construcción de oficinas para el personal profesional del CNAE, situación que fue corroborada en 2021, donde se constató la construcción.
¿Quién es Gato Cole?
Gato Cole, en la actualidad de 31 años, es oriundo del barrio Santa Eduviges, en Limón, y ha sido señalado por las autoridades como líder de una organización dedicada al tráfico de drogas, en especial marihuana, y que en algún momento tuvo como centro de operaciones la provincia de Limón.
Además del narcotráfico, a este hombre ha sido vinculado con los delitos de tentativa de homicidio, legitimación de capitales y asesinato. Poco después de su captura, en el 2016, se le describió como un fanático de los vehículos de alto valor y de ropa fina, el cual adquirió además lujosas viviendas, de varios pisos y con piscinas.
Una noticia del medio digital CRHoy describe que de joven era un talentoso jugador de fútbol. Actuaba como defensa e incluso compartió en cancha con deportistas que llegaron a la Primera División del balompié tico.
LEA MÁS: Cae líder de grupo vinculado a mortales tiroteos en Limón