El Ministerio Público pidió 25 años de cárcel para un hombre de apellidos Sánchez Sanabria, sospechoso de una tentativa de homicidio contra Esteban Araya Arias, aficionado del Cartaginés.
Los hechos por los que se acusa a Sánchez, miembro de la barra del Herediano, conocida como la Garra, ocurrieron el 27 de agosto del 2017 al costado oeste del estadio José Rafael “Fello” Meza.
La solicitud de la pena la hizo la fiscala Paula Aragón Gómez este lunes por la mañana, luego de exponer sus conclusiones en el juicio que se realiza desde el pasado 20 de agosto en el Tribunal Penal de Cartago.
Aragón fue enfática en que la prueba presentada es contundente y demuestra la intención de Sánchez de acabar con la vida de Araya, de 31 años.
Agregó que en este caso no se está juzgando al ofendido por lanzar piedras y despojar de una camisa a un aficionado florense. El acusado, dijo, es Sánchez por agredir al seguidor blanquiazul.
“El hecho de que haya sustraído la camiseta (Araya a un aficionado de Heredia) no viene a demeritar lo que le hicieron al ofendido”, aseguró Aragón.
Para la fiscala, no se puede alegar ningún estado de emoción violenta de Sánchez para actuar como lo hizo, ya que él lanzó la piedra directamente a Araya.
“No hay estado de emoción violenta, el imputado sabía y conocía la ilicitud de sus actos”, afirmó Aragón, quien destacó que el Ministerio Público se aparta de una pena mínima al no considerarlo “merecedor” de esta.
Por otra parte, la abogada Mayra Tatiana Alfaro Porras, representante legal de Araya en la acción civil resarcitoria no se recuperó del quebranto de salud que sufrió el viernes anterior. Ante esa situación, Erick Varela Vargas, abogado querellante, asumió también la acción civil.
El reclamo es por ¢90 millones y los demandados son el Club Sport Cartaginés y la Unión de Clubes de Fútbol de la Primera División (Unafut).
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Varela pidió una pena de 20 años de prisión contra Sánchez, mientras que en representación de Araya solicitó a los demandados civiles ¢50 millones por daño moral, ¢15 millones por daños patrimoniales y ¢25 millones por los daños materiales.
El abogado insistió en que hubo una actuación negligente del Cartaginés y la Unafut pues se incumplió el plan de seguridad del Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
“Es claro que los codemandados civiles incumplieron (...), Sánchez no habría atacado a Esteban (Araya) si se hubiese puesto el anillo de seguridad sugerido”, afirmó Varela.
Tanto él como el Ministerio Público pidieron extender la prisión preventiva contra el imputado por seis meses, en caso de que finalmente se dicte sentencia.
‘Nadie puede beneficiarse de su propio dolo’
En representación del equipo brumoso, Raymundo Pérez Castillo, alegó que aunque lo “sucedido duele”, no puede asegurarse que la realización del partido ocasionó los daños a Estaban Araya.
Pérez fue enfático en que la seguridad privada que tuvieron dentro del estadio el día del partido ante Herediano cumplía el estatuto de Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), según el cual por cada 100 personas debe haber un oficial.
Según él, fuera del reducto no pueden poner personal de seguridad privada porque la vía es pública y no del Cartaginés.
“Nadie puede beneficiarse de su propio dolo (...). No existe responsabilidad del Cartaginés, por lo que solicito que se rechace la acción civil. También pido que en caso de desestimarse se condene en costas por la acción civil”, puntualizó Pérez, quien aclaró que en el estadio “Fello” Meza las barras están prohibidas desde el 2016.
Sergio Rivera Jiménez, representante legal de la Unafut, manifestó de igual forma que no existe nexo causal entre el desarrollo del encuentro deportivo y las lesiones que sufrió Esteban Araya.
Rivera pidió que se rechace la acción civil y al igual que el abogado del Cartaginés, que el actor civil asuma las costas del proceso.
“No es posible establecer responsabilidad de la Unafut (...), por lo cual pido que la acción civil se declare sin lugar por no tener fundamento”, aseveró Rivera.
Para este martes por la tarde se prevé que finalicen las conclusiones con la exposición del defensor de Sánchez, Ramiro Dennis Smith, por lo que la sentencia del caso podría darse el próximo miércoles 29 de agosto.
El Tribunal que dirige este debate está integrado por los jueces Alexánder Salazar Chacón (quien preside), Rolando Morales Valladares y Edwin Reyes Odio.
¿Qué es lo que se acusa?
El 27 de agosto del 2017 se realizó un partido de fútbol entre Cartaginés y Herediano. Ese día, minutos antes del juego hubo un enfrentamiento entre integrantes de la Fuerza Azul, barra de los blanquiazules, y La Garra, seguidores florenses.
En un video, aportado como prueba en el debate, se ve a miembros de los dos grupos de aficionados lanzar piedras. Luego, se dio una golpiza a un aficionado herediano, a quien Araya le quitó la camisa.
Posteriormente, son algunos de los florenses quienes se abalanzaron encima de Araya, le propinaron patadas y puñetazos y después, Sánchez Sanabria, de 31 años, lo golpeó con una piedra en la cabeza.
Araya quedó inconsciente en el sitio y debido a las agresiones que sufrió fue llevado al Hospital Max Peralta de Cartago, donde permaneció internado varios días. En la actualidad, todavía acude a citas y terapias, pues no ha sido dado de alta.
Actualmente, Sánchez, conocido como Orco, descuenta prisión preventiva en el Centro de Atención Integral (CAI) Jorge Arturo Montero Castro, conocido como La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
El jueves pasado, Sánchez declaró y le pidió perdón a Araya. Según dijo, todos los días se arrepiente de lo que hizo.
Por su parte, Araya, quien el lunes fue el primero en rendir declaración ante los jueces, explicó que perdió un 30% de su cráneo, no puede exponerse al sol ni mojarse, sufrió pérdida de audición en el oído derecho y, además, con su mano derecha no puede levantar ni una botella de refresco de dos litros.
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Por las patadas y puñetazos contra Araya, otros dos hombres de apellidos Monge Rojas y Latino Villarreal fueron acusados por lesiones graves.
No obstante, ellos llegaron a una conciliación en la cual admitieron que cometieron el delito y se les impuso una pena de tres años de cárcel, pero sin tener que purgar prisión, pues se comprometieron a que, en un lapso de cinco años, no cometerán ningún otro hecho doloso.
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Información actualizada a las 5:24 p. m. con más datos del juicio.