Una mujer de 42 años fue detenida por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como sospechosa de tener una supuesta sala de masajes en su casa, en la que más bien se ofrecían servicios sexuales.
La sospechosa es una venezolana de apellidos Padilla Mujica, quien quedó en manos de la Fiscalía donde será procesada por proxenetismo.
La Policía Judicial determinó que, en apariencia, mujeres de entre 20 y 30 años realizaban actividades sexuales, por las que cobraban de ¢25.000 a ¢40.000 dependiendo del tipo de servicio.
Los agentes determinaron que las mujeres eran costarricenses y extranjeras, las cuales aparentemente tenían que darle la mitad del pago recibido a Padilla Mujica.
Desde finales del año anterior, el OIJ recibió informes confidenciales sobre esa ilícita actividad en una casa de tres habitaciones en Guadalupe.
Los cuartos estaban acondicionados para prestar los servicios sexuales y en las vigilancias la Policía observó que llegaban muchas mujeres, así como los hombres que las contrataban.
Durante el allanamiento y posterior detención, la Policía encontró en la casa, además de la sospechosa, a una pareja.
El uso de personas de cualquier sexo para que ejerzan la prostitución o para mantenerlas en servidumbre sexual o laboral, es sancionado en nuestro país con penas de prisión de tres a seis años.
A mediados del año pasado dos mujeres, conocidas como La Patrona y La Macha, fueron detenidas en San Carlos por proxenetismo mediante el uso de redes sociales.