Un hombre que tuvo un programa de consejería en radio Fides fue condenado a 30 años de prisión por dos violaciones simples en perjuicio de una menor, quien al momento de los hechos tenía 12 años.
La pena en contra de Edie Ramón Villalobos Chavarría, de 39 años, fue dictada este jueves a las 7:30 p. m. por el Tribunal de Juicio de Desamparados.
Este juicio arrancó el pasado 11 de enero y se juzgaron hechos acontecidos en el cantón de Desamparados durante el 2015.
Según la acusación presentada por el Ministerio Público, en abril del 2015, y luego de hacer algunas averiguaciones, la madre de la víctima contactó a Villalobos para que le diera orientación religiosa a la niña. Lo hizo motivada porque el hombre tenía un programa en radio Fides, que es una emisora católica.
El consejero aceptó hablar con la menor en un consultorio privado en Desamparados. Sitio donde se perpetró una de las violaciones.
Según la acusación fiscal, el individuo tuvo una nueva cita con la menor el 4 de agosto del mismo año. Ese encuentro se realizó en la casa de la familia. A Villalobos lo dejaron solo con la menor en una de las habitaciones de la vivienda.
Para el tribunal, durante el debate no se logró demostrar que Edie Villalobos fuese un líder religioso o espiritual, situación que hubiese agravado la calificación de los delitos y en consecuencia que la pena fuese más alta.
Para llegar a esa conclusión se fundamentaron, sobre todo, en una nota enviada por la Iglesia católica, en la cual se rechaza que Villalobos se desempeñara como orientador espiritual o religioso. Los voceros argumentaron que el hombre lo que tuvo fue un programa radiofónico en Fides, como productor independiente.
Tampoco se demostró durante el juicio que Edie Villalobos ejerciera ilegalmente la profesión de psicólogo, como lo había acusado la Fiscalía.
En contra del implicado se dictaron seis meses de prisión preventiva mientras la sentencia adquiere firmeza.
José Francisco Madrigal, abogado que representó a la familia de la víctima, se mostró satisfecho con la pena impuesta, aunque advirtió de que ninguna sentencia es suficiente para reparar el daño y el dolor por el que ha pasado la menor.