Un comerciante limonense apellidado Smith, de 33 años, fue aprehendido este jueves por la Policía Judicial, como sospechoso de haber facilitado la cuenta de su negocio para que le depositan ¢50 millones, producto de una estafa cometida desde la cárcel.
La detención del sujeto, dueño de una venta de baterías, ocurrió en el barrio Limón 2000, luego de que los agentes de la sección de fraudes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) allanaron su casa.
Este fue trasladado vía aérea desde Limón a San José bajo estrictas medidas de seguridad.
En el operativo también fueron arrestados en Platanares de Moravia una mujer apellidada Jiménez Badilla, de 35 años, así como un hombre de apellidos Brenes Barrantes (40) en San Isidro de Vázquez de Coronado.
Los tres detenidos figuran como sospechosos de participar en varios casos de fraude informático, bajo la modalidad de falso funcionario bancario o falso funcionario de gobierno, mediante llamadas que terceros realizan desde la prisión.
De acuerdo con el OIJ, se les relaciona en al menos 7 causas, cuyo perjuicio económico supera los ¢65 millones y $25.000.
Fabián Villalta, jefe de la unidad de Sección de Fraudes del OIJ, manifestó que las tres personas detenidas estaban vinculadas a un grupo organizado, cuyo papel era el de ser reclutadores de terceras personas, para que prestaran sus cuentas bancarias con la finalidad de recibir dineros bajo la modalidad de falso funcionario bancario.
Periodista en la sección de Sucesos y Judiciales. Labora en Grupo Nación desde el año 2004.
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