La Dirección de Aviación Civil investiga si la escuela, a la que pertenecía el estudiante que murió en un accidente aéreo, tenía pólizas para esos casos.

Se trata de Diego Arrieta Rojas, de 23 años, quien falleció nueve días después de que la avioneta que piloteaba se desplomara el viernes 13 de marzo en Paquera, Puntarenas.

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La indagación fue confirmada por el director de esa entidad, Álvaro Vargas, luego de una consulta de este medio. La escuela que está en la mira es el Instituto Aeronáutico Centro Americano (IACA).

Según explicó Vargas, IACA sí tiene pólizas, pero lo que tienen que analizar es la cobertura que tienen. Declinó a brindar mayor detalle puesto que todo está en una etapa muy preliminar.

La Ley General de Aviación Civil establece, en su artículo 261: “Las empresas de aviación o dueños de aeronaves serán responsables por la lesión o muerte que sufrieren los tripulantes en las operaciones de sus aeronaves, quedando obligados a protegerlos mediante el régimen de Riesgos Profesionales”

En caso de carecer de los seguros o tenerlos vencidos, esa misma norma castiga con multa de cien salarios mínimos, se lee en el artículo 294.

En paralelo a estas diligencias, el personal de Investigación de Accidentes e Incidentes continúa haciendo lo propio para determinar con precisión qué provocó el accidente aéreo, confirmó Vargas.

Días después del percance, ellos recolectaron el motor y otras partes de la aeronave estrellada.

Alertó sobre pérdida de potencia

Arrieta se accidentó tan solo seis minutos después de que despegó de Tambor, en Puntarenas, con rumbo al aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas.

Según indicó Aviación Civil el viernes, día del percance, el plan de vuelo del muchacho era Pavas - Tambor - Pavas. Para ello, salió de ese distrito josefino a las 10:34 a. m.

Cuando regresaba para San José fue cuando sobrevino la emergencia: el motor presentó pérdida de potencia, por lo que él alertó sobre la situación a la torre de control.

Pese a que intentó hacer un aterrizaje de emergencia, la aeronave, matrícula TI-AGV, se desplomó a las 11:52 a. m. de ese día.

Él fue trasladado en condición muy delicada y por vía aérea al hospital México, en La Uruca de San José.

Pero, pese a los esfuerzos de los médicos, el muchacho falleció nueve días después del trágico accidente.