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Un alto jefe de la Fuerza Pública se enfrentó a balazos con una banda que interceptó en carretera a sus rivales para robar un cargamento de 41 kilos de cocaína.
El jefe regional de la Fuerza Pública de Pérez Zeledón, Alcides Arce, transitaba a unos cinco kilómetros de El Empalme (El Guarco de Cartago) cuando divisó a una persona armada, la tarde del sábado.
“Vi a una persona que apuntaba a la sien de otra. Como andaba camiseta negra, en principio creí que era un operativo del OIJ.
“Al acercarme, los ocupantes de un Peugeot le dijeron (al sujeto armado) que tenían que irse. En ese momento comenzaron a dispararme”, explicó el oficial.
Los tres hombres de las camisetas negras dispararon con armas cortas al comisionado Arce.
El agente respondió al fuego enemigo. Los sujetos se marcharon del sitio y abandonaron al hombre amenazado.
Este último –conductor un pickup gris– alegó que los sujetos lo bajaron de su carro con la intención de asesinarlo.
Arce dijo haber accionado en seis ocasiones su arma. “Me dispararon a matar”, comentó.
Capturas. Tras el intercambio de balas, La Fuerza Pública activó un anillo de búsqueda que dio resultados cuando la Policía interceptó, en San Cristóbal Sur, el Peugeot.
El carro –que presentaba dos orificios de bala– era conducido por un hombre de apellido Gómez.
Mientras eso ocurría, las autoridades recibieron informes sobre la participación de un tercer vehículo: un pickup Mazda azul.
Ese carro ocultaba en un compartimento debajo de la batea la carga de 41 kilos de cocaína
El Mazda no estaba en el sitio donde se presentó el tiroteo, pero el OIJ cree que ese era el objetivo de los ocupantes del Peugeot y que el otro pickup interceptado en realidad servía de escolta al carro con la droga.
Este último fue decomisado en un camino secundario, cerca de la carretera Interamericana (en La Luchita).
El conductor –de apellido Palma– llegó hasta una casa y pidió permiso para guardar el pickup bajo el pretexto de que había sufrido un desperfecto mecánico.
A la llegada de las autoridades al sitio, Palma intentó darse a la fuga. Portaba en sus manos dos pichingas.
El sospechoso es extranjero y reside en San Vito de Coto Brus, en la zona sur.
Para dar con el escondite de la droga, los agentes del OIJ tuvieron que cortar el piso del cajón.
Era evidente que alguien preparó ese compartimento, pues los investigadores detectaron tornillos nuevos, pintura y soldadura.
El OIJ confirmó que el tiroteo y la droga guardan relación.
