Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) presumen que hubo mano criminal en torno a la posible causa de un incendio que anoche arrasó con la vivienda que alquilaba el trabajador agrícola Mario Lizano, casado y padre de dos niños.
Esa misma presunción tienen en relación con un fuego que inició detrás de la pollera de los hermanos Rodríguez Rodríguez, pero que la oportuna intervención de uno de los propietarios, un peón y los bomberos evitó que alcanzara una de las galeras con 25.000 pollos.
"Gracias a Dios las llamas solamente quemaron un área de pasto seco", dijo Pablo Rodríguez, uno de los copropietarios de la empresa productora de carne de pollo.
Ambos hechos con pocas horas de diferencia se produjeron en la comunidad agropecuaria de Buena Vista de San Carlos, 16 kilómetros al suroeste de Ciudad Quesada.
Posible gasolina Un perro de la Unidad Canina del OIJ dio con residuos de posible gasolina a la entrada de la casa de Mario Lizano, en Buena Vista.
"El hallazgo hace crecer la posibilidad de que el incendio fue provocado", dijo uno de los agentes judiciales a cargo de la investigación.
Otras emergencias. Las anteriores no fueron las únicas emergencias que atendieron los bomberos. Alrededor de la 1 a. m. de este lunes, otro fuego acabó con tres humildes viviendas en calle Linares de Ciudad Quesada.
Esta vez un corto circuito habría provocado el suceso y como consecuencia las familias de Elizabeth Guzmán, José Francisco Brenes y Luís Obando lo perdieron todo.
Las llamas devoraron en pocos minutos las estructuras de madera, muebles, ropa y electrodomésticos. Además una motocicleta recién comprada.
"Nos quedamos solo con la ropa que tenemos puesta", dijo Elizabeth Guzmán quien daba gracias Dios por haber sacado con vida a un par de nietas de tres y cinco años de edad.
Guzmán aseveró que 17 personas quedaron al aire libre.