Oficiales de la Fuerza Pública descubrieron en un hotel josefino una caja con 79 iguanas. Tras el hallazgo los policías trasladaron a los reptiles hasta la delegación policial, donde contabilizaron en total 79 iguanas vivas y dos muertas.
El dueño del paquete encontrado se esfumó al ver la presencia de uniformados en el sitio.
Los animales se venden en tiendas de mascotas por ¢20.000 cada una, por los que el total de lo decomisado se valora en cerca de ¢1.6 millones.
Los policías llegaron al hotel Delta, ubicado 200 al este y 100 al sur de la Iglesia de la Merced (avenida 6, calle 8), por una alerta de robo de celular a la administradora y ya en el lugar descubrieron la caja en uno de los pasillos.
Para sorpresa de los uniformados, al abrir la caja se encontraron con las iguanas verdes.
Keilyn Bermúdez, una de las oficiales que participó en el rescate, indicó que las empezaron a sacar y en el fondo encontraron dos que ya estaban muertas. "A las vivas les dimos agua y lechuga, eso les cambió el comportamiento”, dijo.
Los policías coordinaron con el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) donde se encargarán de trasladar a estas especies el lunes hasta un lugar apto para su crecimiento.
Además, se presentó el parte policial correspondiente para que se investigue como llegaron a este hotel las iguanas.
Especies protegidas. De acuerdo con Jorge Hernández, biólogo del Minae, las iguanas tienen menos de dos meses de nacidas y podrían provenir de dos o tres nidos, debido a que cada iguana pone entre 30 y 40 huevos por nidada.
Hernández sostuvo que estos animales son muy apetecidos en el mercado local y entranjero porque de ellos se aprovecha la piel y la carne.
Afirmó que son reptiles protegidos por la Ley de Vida Silvestre y por convenciones internacionales de protección de especies como Cites.
En Costa Rica hay dos especies: la negra, más conocida como garrobo, y la verde, conocida como gallina de palo.
Estos animales viven cerca de los ríos y se alimentan de hojas tiernas de árboles y lianas del bosque.