14/03/2013. Guardacostas de los Estados Unidos a bordo de la embarcación U.S Coast Guard 751, entregaron a las autoridades Costarricenses, parte de la droga decomisada y siete detenidos a los cuales se les detuvo la semana pasada con una tonelada de clorhidrato de cocaína. El decomiso se realizó en las dos embarcaciones ticas Capitán Anzuelo y Capitán Allan, en donde los detenidos son cuatro ticos, dos mexicanos y un colombiano. A la primera embarcación se le detuvo en aguas internacionales por las costas de Ecuador, y al Capitán Allan se le detuvo en las costas de Quepos.
La embajadora de Estados Unidos, Anne Andrew, pidió establecer penas más duras en el país contra quienes cometan “crímenes por apoyar o facilitar las redes criminales del narcotráfico”.
Andrew hizo un “llamado vital” para que la Asamblea Legislativa considere “con seriedad el llamado de la presidenta, Laura Chinchilla, de tener nuevas leyes y cambios constitucionales”.
Entre ellos, la embajadora consideró necesaria la extradición de nacionales en casos de narcotráfico u otro tipo de crimen organizado, así como el uso estratégico de las intervenciones telefónicas por parte del Poder Judicial.
Para ella, estas herramientas “pueden crear una combinación fundamental y ayudar a defender las instituciones democráticas de Costa Rica de la corrupción y del poder del crimen organizado”.
Actualmente, la ley de psicotrópicos sanciona con hasta 20 años de cárcel el tráfico internacional de drogas.
Detenidos. La diplomática brindó sus declaraciones a través de un correo electrónico, a propósito de que el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos entregó ayer a siete tripulantes de dos barcos ticos detenidos hace dos semanas con una tonelada de cocaína en aguas internacionales.
La fragata Uscgc Waesche llegó a puerto Caldera con los detenidos, quienes fueron interceptados a bordo de las lanchas rápidas Anzuelo y Capitán Allan .
La primera embarcación fue detenida 150 millas al norte de Ecuador, con 506 kilos de cocaína. Allí iban un costarricense de apellido Campos y dos mexicanos, apellidados Valencia y Armenta.
La segunda fue interceptada 120 millas náuticas al suroeste de la frontera de Costa Rica con Panamá con 501 kilos de cocaína. En esa nave viajaban tres costarricenses de apellidos Gutiérrez, Fuentes y Esquivel, además de un colombiano apellidado Moreno.
Mauricio Boraschi, comisionado nacional antidrogas, destacó ayer que este decomiso es producto del convenio de patrullaje con Estados Unidos. “Posiblemente, una parte de la venía para Costa Rica, pero también se presume que podría haber hecho un paso rápido por nuestras costas, reabastecerse y seguir a otro destino más al norte de Centroamérica”, dijo. Agregó que le preocupa que se estén usando de nuevo barcos pesqueros nacionales para trasegar droga.