Upaleños apuran acciones para reencauzar quebradas y ríos que amenazan poblados

También realizan interconexión entre acueductos como medida temporal ante falta de agua en Canalete

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A una semana de los daños causados por la onda tropical número 12, que inundó Upala el lunes 8 de julio, muchos lugareños todavía están sin agua potable y aislados a raíz de daños en vías, puentes y acueductos.

De acuerdo con Juan Bosco Acevedo, alcalde de Upala, entre las labores más urgentes están las de drenar y canalizar ríos y quebradas que todavía no retoman su cauce y amenazan varias viviendas en Aguas Claras y otros puntos del cantón alajuelense.

Entre las acciones de primer impacto que solicitan a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) están la canalización y limpieza de varios ríos en 10 puntos diferentes, sobre todo en Aguas Claras, Canalete y el centro de Upala.

La quebrada Huacas es una de las que cambió su cauce y amenaza a unas 20 viviendas del distrito de Aguas Claras, por lo que ya hay maquinaria del Ministerio de Obras Públicas y Transportes tratando de devolverle su rumbo original.

El río Zapote, que pasa por el centro de Upala y generó los mayores daños cuando pasó el huracán Otto (2016), también requiere intervenciones urgentes en varios puntos donde quedó material acumulado.

De igual forma, todavía se trabaja en la rehabilitación pasos en zonas rurales que quedaron incomunicadas por daños en puentes.

Interconexión de tuberías

El acueducto de Canalete fue afectado por un deslizamiento y sufrió daños en unos cinco kilómetros, por lo que su reparación va a durar al menos un mes, pues se deben remover material y acondicionar el terreno antes de las reparaciones.

Como medida de emergencia, personal de Acueductos y Alcantarillados realiza una interconexión de tubos desde el acueducto El Higuerón, que tiene suficiente agua para abastecer a la comunidad vecina.

De esa forma, ya comenzó a restablecerse el servicio de agua potable en algunas zonas, pero otras siguen recibiendo el líquido de camiones cisternas.

“La lluvia arrastró muchos sedimentos, rocas y árboles, lo que obstruyó el paso de las aguas lo que produjo acumulación de materiales y hasta el cambio del cauce”, indicó Acevedo.

En varios distritos fuera de Upala muchas fincas perdieron el pasto que usan para alimentar el ganado.

La semana pasada instituciones estatales de ayuda social, así como del sector agropecuario y de obras públicas comenzaron la ayuda, pero todavía no se tiene un recuento total de los daños.

Personeros del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y el Instituto de Desarrollo Rural, en conjunto con los cuerpos de socorro y de la CNE, han distribuido diarios, colchonetas y agua en las regiones más afectadas.

Hasta el viernes pasado el IMAS había valorado a 367 familias afectadas por las inundaciones, a 170 de ellas se les asignó un beneficio para compra de alimentos, ropa o enseres básicos dañados.

A otras cuatro familias se les apoyó con el pago de alquiler temporal de vivienda, pues sus casas fueron severamente afectadas, además, están muy cerca del cauce del río Zapote y la recomendación de las autoridades es que las desalojen.

En Upala las lluvias han seguido, pero no tan intensas. Lo anterior ha permitido llegar con la ayuda a los más necesitados.

El alcalde Acevedo indicó que nunca se inició un proyecto de vivienda ideado luego del huracán Otto, que se iba a desarrollar cerca del nuevo colegio de esa comunidad para reubicar unas 60 familias en riesgo.

El único plan de vivienda desarrollado a raíz del ciclón se levantó en Bijagua y favoreció a 15 familias de ese distrito, que está unos 27 kilómetros al sur de Upala.