Las máquinas extintoras del Cuerpo de Bomberos recuperaron su capacidad de respuesta a incendios gracias a la restricción vehicular, que por medidas sanitarias comenzó a regir desde abril.
El director de esa institución, Héctor Chaves, afirmó que los tiempos de respuesta actuales no se veían desde hace 15 años.
“Hace 10 años en el área metropolitana teníamos tiempos de respuesta de cinco minutos en promedio, a inicios de este año, pese a tener máquinas más rápidas y modernas, eran de doce minutos. Es decir, que en una década los tiempos casi se triplicaron, pero en estos días hemos vuelto a tiempos de hace 15 años”, expresó.
Llegar rápido favorece el control de un incendio, porque permite arremeter contra el fuego cuando aún está en una etapa incipiente y disminuir los daños.
En lo que va de este año, los incendios estructurales han disminuido por diversos factores, pero sin duda uno de ellos obedece a menos incendios en viviendas, pues ahora mucha gente está en la casa por las medidas de aislamiento social.
Por ejemplo, en abril del 2019 hubo 113 incendios, mientras que en abril de este año, mes de restricción por la pandemia, fueron 69.
FUENTE: Cuerpo de Bomberos || DISEÑO / LA NACIÓN.
Otro elemento que llama la atención en estos tiempos de medidas sanitarias por covid-19 es que hay mayor disponibilidad de bomberos voluntarios que han llamado a las diferentes estaciones.
“A muchos les han otorgado vacaciones, otros tienen una jornada más corta y otros están desempleados, por eso a muchos se les atiende su disponibilidad y se les generan cartas para que presten servicio en las estaciones”, comentó Chaves.
Los datos sobre incendios estructurales revelan que en el comparativo entre el 2019 y 2020 (del 1.° de enero al 8 de mayo) hay 61 incidentes menos este año, al registrarse 440 este año, frente a 501 del anterior.
A sabiendas de que las familias están en las casas, el Cuerpo de Bomberos ha desarrollado en las últimas semanas campañas por redes sociales para que hagan un plan de emergencias, se instalen lámparas y detectores de humo, de modo que las propiedades sean más seguras.
Por último este año, al no haber Fenómeno de El Niño, las lluvias en todo el litoral Pacífico y el Valle Central han sido más abundantes y contribuyeron a bajar los incendios de charrales y forestales. Se han atendido 5.000 emergencias menos que el año pasado y se quemaron 3.500 hectáreas menos.