Desde el domingo pasado y hasta este miércoles cinco temblores entre leves y moderados han ocurrido en el Caribe de nuestro país, una zona que usualmente presenta muy poca sismicidad.
Ivonne Arroyo, de la Red Sismológica Nacional (RSN), indicó que el origen de esos temblores está en el punto conocido como el “nido de Parismina”, así como en la falla Siquirres-Matina.
El más fuerte de estos temblores ocurrió el domingo a las 9:41 p. m. con una magnitud de 4,1 y se originó 55 kilómetros al noreste de Tortuguero, bajo el lecho marino, con una profundidad de 15 kilómetros, cerca de donde un año antes hubo otro de 4,8.
Posteriormente hubo otros de menor magnitud. El más reciente ocurrió a las 8:43 a. m. de este miércoles en las cercanías de Siquirres y su magnitud fue de 2,4.
Según Arroyo, el terremoto de Limón, de magnitud 7,7, ocurrido el 22 de abril de 1991, sorprendió a los especialistas en sismología, que no esperaban un sismo de esa magnitud, pues ese año fue el temblor más fuerte en el planeta, recalcó.
Eso deja ver el potencial que existe en el Caribe, donde las filas montañosas poco pobladas y de difícil acceso, así como la falta de electricidad dificultan la instalación de estaciones sismológicas; sin embargo, la RSN cuenta con 20 de ellas, la mayoría instaladas en ese litoral luego del terremoto de hace 30 años.
Después de las principales réplicas de ese terremoto, ocurridas el 24 de abril de 1991 al sur de Tayutic, Turrialba, con magnitud de 6,1 y otra similar el 4 de mayo de 1991, cerca de Bocas del Toro, en Panamá, no se volvieron a tener eventos de magnitud 6.
En los últimos diez años, en el Caribe, solo se han registrado cuatro temblores de magnitud ligeramente superior a 5. El caso más reciente ocurrió el 17 de setiembre del 2019 frente a las costas de Cahuita, con magnitud 5,3.
Por lo anterior, aunque los temblores de estos últimos días son considerados como normales, se les da seguimiento.
La científica indicó que esos sismos han ocurrido a profundidades entre cinco y 20 kilómetros, por fallamiento local en la placa Caribe, que está en la parte central y al norte de Limón, mientras que el terremoto de hace 30 años ocurrió en la microplaca de Panamá, que está de la ciudad de Limón hacia el sur.
“Incluso los recientes sismos se originan en dos sistemas de fallas diferentes y están lejos entre sí en la placa Caribe. Todos esos temblores permiten analizar la geometría de las fallas, la cual es muy importante para estudios de amenaza sísmica”, acotó Arroyo.
Por su parte Marino Protti, del Ovsicori, afirmó de que han identificado tres fuentes sísmicas en el Caribe, una de ellas es el Escarpe de Hess, consiste en una línea que viene por el fondo del mar desde las islas Providencia y San Andrés (Colombia) hasta isla Calero, en Pococí.
“Es una estructura fósil que antes era un límite de placas, pero ya dejó de serlo. Quedó con algún tipo de actividad remanente y genera sismos hasta de magnitud cinco”, dijo Protti.
Sobre los temblores que ocurren en el “nido de Parismina”, afirmó que todavía faltan estudios para determinar bien la fuente. Por ahora se reportan como sismicidad a lo interno de la placa Caribe.
Otra sitio donde han ocurrido los recientes temblores, cerca de Siquirres, obedece al límite entre la placa Caribe y la microplaca de Panamá, que confluyen cerca de Limón y se extienden difusamente por el centro del territorio hasta el litoral Pacífico, en las cercanías de Punta Leona, en Garabito.