El término “ciclón tropical” se ha vuelto familiar para la mayoría de las personas en Costa Rica durante las últimas semanas. Esto, a raíz del efecto indirecto que tuvo Eta sobre el país y de la posible afectación de Iota.
¿En qué consiste este fenómeno y cómo evoluciona?
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) define un ciclón tropical como un gran sistema organizado de nubes y tormentas que giran alrededor de un sistema de baja presión.
Detallan que este puede desarrollarse en latitudes tropicales o subtropicales y se caracteriza por tener una circulación definida de viento.
El IMN explica que los ciclones tropicales se intensifican y aumentan la velocidad del viento a partir de las condiciones atmosféricas y oceánicas en las que se desarrolla.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) establece la siguiente clasificación:
– Depresión tropical: Sus vientos son menores a 62 kilómetros por hora y, en caso de generar daños, son mínimos.
– Tormenta tropical: Comprende vientos de entre 63 y 117 kilómetros por hora. Al igual que la depresión tropical, genera poca afectación.
– Huracán: Presenta vientos con una velocidad mayor a los 118 kilómetros por hora. Su categoría aumenta a partir de los vientos, así como los daños que puede ir dejando a su paso.
En categoría 1, los vientos serán de entre 118 y 152 kilómetros por hora; pasa a categoría 2 cuando los vientos son de entre 153 y 178 kilómetros por hora, a categoría 3, si hay ráfagas sostenidas de entre 179 y 209 kilómetros por hora.
Finalmente, la categoría 4 es para huracanes cuyos vientos alcanzan velocidades de 210 a 249 kilómetros por hora y, la categoría 5, la mayor, para fenómenos atmosféricos con ráfagas superiores a 250 kilómetros por hora.