Un derrumbe de grandes proporciones mantiene aislados a decenas de finqueros en Puerto Viejo de Sarapiquí, Heredia, desde la mañana del domingo.
Las propiedades se ubican a lo largo de la ruta nacional 505, que comunica el centro de Sarapiquí con Quebrada Grande.
La situación de estos pobladores se agrava por la imposibilidad de sacar productos como queso, huevos, carne y leche, que se pueden dañar. Normalmente, llevan a diario estos bienes al centro del cantón.
Ante la situación, muchos han optado por caminar con sus mercancías hasta el sitio donde se encuentra el alud y buscar del otro lado un taxi que les ayude a completar el recorrido hasta Puerto Viejo de Sarapiquí, para luego regresar con víveres y alimento para los animales.
Varios de ellos, sin embargo,han sido víctimas de robos, pues en el tiempo que tardan a buscar transporte, alguien aprovecha para llevarse los productos.
Esa situación la relató Jorge Solís quien vive a pocos metros de donde se produjo el deslizamiento.
Este vecino también sufrió daños en su vivienda el día de la emergencia.
Según dijo, la madrugada del domingo escuchó cuatro explosiones del tendido eléctrico, al salir vieron como los árboles y postes de electricidad cayeron sobre su vivienda y destruyeron parte de la propiedad, metros adelante el derrumbe cubrió por completo la carretera.
Este miércoles, el lodo abarcaba unos 70 metros de la vía.
En el lugar trabajan tres excavadoras, un tractor y dos vagonetas.
Sin embargo, según contó Carlos Rodríguez, trabajador de la empresa que procura remover el material, la labor se ha dificultado debido a las lluvias incesantes.
“Se está trabajando desde el domingo, pero se quita una vagoneta de material y caen dos o tres, es muy difícil decir así cuándo se puede abrir el paso, porque el tiempo no ayuda”, explicó.
Máximo García, quien caminaba en medio del lodo y bajo el aguacero con una caja con pollitos, recriminó la falta de la atención de parte de las autoridades.
“Estamos aislados, falta comida, agua, un montón de cosas, tenemos cuatro días que no hay paso, ni la Comisión ni nadie han ido a preguntar cómo está la gente, hay muchas personas que no tienen comida, hay chiquitos y ya son más de cuatro días”, dijo.
Otra de las afectadas, Hilda Herrera, contó que ella llegó de visita donde unos familiares el viernes y debía salir el domingo.
Debido al derrumbe no ha podido regresar a su casa.
El buen corazón de Alcides
En medio de la congoja, los vecinos también lamentan la muerte de Alcides Méndez, enfermero pensionado y dueño de una finca en la zona, cuyo camión se precipitó al río Sardinal, en Sarapiquí.
La tragedia ocurrió este martes, cuando Méndez iba con cuatro personas más. De todos, solo él no se salvó.
Don Alcides vivía junto a su mamá y una hermana en la propiedad donde cultivaba hortalizas. Cada mes acostumbraba a sacar el producto.
Según contó Edwin Oses, amigo del fallecido, Alcides salió a dejar mercadería por un favor que le habían solicitado. De regreso ocurrió el mortal accidente.
Oses recordó a don Alcides como una persona que siempre procuraba ayudar a los demás.
Este martes, sus familiares también enfrentaron problemas para poder llevar el cuerpo hasta su casa debido al cierre de la vía.
El traslado debieron hacerlo por la localidad de Pangola, lo que les tomó más de tres horas.