El terremoto de magnitud 8,2 que se produjo en Chile este martes generó una alerta de sunami que incluyó la costa Pacífica de nuestro país como parte de la afectación.
De acuerdo con Alejandro Gutiérrez, coordinador de la Red de Observación del Nivel del mar en Costa Rica de la Universidad Nacional, no es la primera vez que una situación similar pone en alerta a nuestras autoridades; sin embargo, dijo que históricamente las ondas provenientes de Sudamérica no han provocado olas de sunami de significado importante.
El anuncio generó movilización por parte de la Comisión Nacional de Emergencias que reunió a expertos para analizar los modelos, hora de llegada, puntos de afectación y otros. No hubo alerta de evacuación al detectarse que el oleaje llegaría con un máximo de 30 centímetros.
Un terremoto en Perú en agosto del 2007 provocó amplia movilización en Puntarenas, sin embargo esa vez tampoco hubo afectación en el oleaje.
Según Gutiérrez, dependiendo de como sea el terremoto que genera el sunami, así será su afectación. Si el movimiento es vertical, es más factible que se genere el fenómeno.
A veces hay una especie de canales por los que viaja la ola. Por ejemplo, si hay una alerta por un sismo de Japón hacia acá, podría ser que la energía llegue de forma significativa y puedan verse efectos en la costa, explicó el experto.
Recordó que desde la década de los años 80, en que ha sido testigo por sunamis generados en regiones remotas, no ha visto más que olas de pocos centímetros en la costa, por lo que la mayoría pasan desapercibidos.
Uno de los mayores efectos de sunami con olas superiores a un metro de altura fue el generado por el terremoto de Cóbano en 1990 a la entrada del golfo de Nicoya. "Esa vez las olas pasaron sobre el paseo de los Turistas. Ha sido el efecto más grande porque fue cercano y el oleaje fue visible", dijo Gutiérrez.
Indicó que predecir la hora de llegada de sunamis es muy fácil con los modelos matemáticos, lo que no es fácil es saber qué tipo de ola va a llegar a cada zona y la magnitud de la misma.
Si el terremoto es en Chile, queda un margen de unas tres horas para analizar el recorrido y que las autoridades decidan al respecto.
Indicó que nunca hay que descartar una alerta porque cada sunami es una historia distinta. Afirmó que la interpretación de los avisos es delicada. Una de las cosas fundamentales es recurrir al equipo científico internacional y nacional, puntualizó.